El hecho que nuevamente conmocionó al Chaco, ocurrió el pasado 23 de marzo; una joven de la comunidad originaria wichí Yohana, quien fue salvajemente golpeada. Estaba desvanecida y con signos de un posible abuso sexual cuando fue hallada en la cancha de futbol del club Barrio Unidos.
“Nuevamente nos encontramos con un hecho lamentable de violencia contra una joven indígena. Sin lugar a dudas estamos viviendo una pandemia, cada vez existen más casos de violencia, de abusos contra niñas, ya que su estado de indefensión, es total”.
Yohana L, ingresó con un severo sangrado de los oídos. Según informaron los médicos, el cuadro de otorragia fue producto de la violencia ejercida por el o los agresores. Para los médicos fue difícil “determinar el grado de consciencia de la paciente debido a las graves lesiones que presentaba en rostro y cabeza”.
Ante esta situación, la internaron, la revisaron y fue trasladada a Castelli, para realizarse una tomografía. La niña permaneció desde las 7 hasta cerca del mediodía en el hospital de Sauzalito sin poder realizarse estudios ya que el laboratorio del lugar no cuenta con las condiciones. Un enfermero indígena logró hablar con la menor Yohana, quien relató que habían intentado abusar de ella, por lo que fue derivada al hospital General Güemes de Castelli por los golpes recibidos y para determinar si efectivamente fue abusada. Más tarde se supo que la Policía detuvo a un sospechoso, se trata de un joven al que se lo vincula con un importante dirigente político de la localidad, que es funcionario y que cuenta con un fuerte apoyo en la localidad.
El caso fue inicialmente divulgado por la Guardia Comunitaria Whasek, que pide a las autoridades que “investiguen y detengan los femicidios, los ataques violentos a mujeres indígenas, el narcotráfico, la comercialización y consumo de drogas, que terminó por someter a jóvenes indígenas”. Denuncian también la persecución mediática que vienen sufriendo, recordando que la Guardia se organizó para colaborar en la solución de estos casos de abuso, entre otros problemas graves que se repiten en la región, como el narcotráfico y la explotación forestal ilegal.
Además Charole consideró que “la emergencia en violencia de género, no solo debe ser contemplada, sino que debe ser de carácter primordial la emergencia en la que viven las mujeres originarias Qom, Wichí y Mocoví”.