Mientras en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) comienzan a ver la posibilidad de implementar algún nuevo plan de pagos si la morosidad de los contribuyentes empieza a crecer, los tributaristas consideran que se necesita ya una medida mucho más fuerte. Hablan de una moratoria por 10 años con eliminación de intereses y multas.

    Así lo plantearon los especialistas César Litivn, Ivan Sasovsky, Federico De Luca y Ezequiel Pasarelli.

    El lunes pasado, Leandro Cuccioli, el titular de la AFIP, informó que el organismo recaudador tiene “en la calle” para cobrar unos $100.000 millones. Corresponden a atrasos que están en diferentes etapas que van desde un aviso simple hasta el inicio del cobro por gestión judicial. Otros $200.000 millones que tiene la AFIP para percibir son flujos bajo la forma de planes de pago.

    El titular de la AFIP señaló que si en los próximos meses el stock de morosos crece por arriba del ritmo de la inflación, se podrá analizar alguna nueva facilidad. Durante 2018 estuvo vigente el Plan Puente, de hasta 48 cuotas.

    Litvin señaló que “hoy el remedio más apropiado no es un plan de pagos, sino una moratoria” en tanto indicó que “es la forma de ayudar al contribuyente que no pudo pagar”.

    Pero advirtió que “como es un privilegio, tiene que tener contrapartida incuestionable, un premio para el que pagó bien todo, porque si no se torna injusta para los que pagaron en término”.

    A criterio del tributarista, un premio podría ser la posibilidad de que el contribuyente no pague alguno de los anticipos, teniendo en cuenta que haya pagado los anteriores. El ejemplo que toma es el del sinceramiento fiscal de 2016 que premiaba al que blanqueaba eximiendo por tres año del pago del Impuesto a los Bienes Personales. En rigor, al final no se cumplió debido al ajuste fiscal.

    Litvin señaló que “la AFIP y todos los organismos de control tienen que ayudar a los contribuyentes que tienen voluntad de pago, es decir, lo que quieren pagar pero no pueden por la baja del consumo y la morosidad de la cobranza”.

    En tal sentido aclaró que “ayudar es ayudar a que los contribuyentes puedan pagar, porque normalmente en una empresa cuando tienen escasez de dinero primero se paga a los proveedores y con lo que queda le pagan a la AFIP”.

    En tal sentido, explicó que “cuando va creciendo la mora y esa mora sigue siendo ascendente, se convierte en stock que tiene grandes posibilidades de ser incorbrable”. Por esa razón consideró que “generar un buen plan de pagos convierte al stock en un flujo”.

    “El gran problema al cual nos enfrentamos en este año electoral: un plan especial de este tipo tiene que salir por ley. La AFIP no está facultada a implementar condonaciones de intereses, multas, sanciones penales, etc. El Presidente podría intentar, como tantas veces ha hecho, hacerlo por la vía del decreto y, luego, ponerlo a consideración del Congreso para que éste lo ratifique”, imaginó Pasarelli.

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