Rosa Grilo es la última sobreviviente de la masacre de Napalpí, que acabó con la mitad del millar de habitantes del poblado, hoy conocido como Colonia Aborigen, aunque la comunidad de la zona reclama que vuelva a reconocerse con el nombre de Napalpí. Según reveló una crónica del diario El País de España, “era una niña cuando el 19 de julio de 1924 policías y terratenientes de la zona dispararon y remataron con machetes a familias enteras que se negaron a seguir trabajando en las plantaciones de algodón de la reducción, por algo de ropa y vales que no podían convertir en dinero. Eran los tiempos de la avanzada supuestamente civilizadora, cuando los indígenas pasaron de ser dueños de la tierra a mano de obra barata y explotada. En la cabeza de Rosa aún suena el avión desde el que arrojaban comida a los indígenas en huelga para que saliesen del monte. En el descampado recibían las descargas de los fusiles Winchester, que en la cabeza de Rosa resonaban como una ‘bomba’”.

    Su testimonio fue vital en la investigación preliminar que lleva adelante el fiscal federal ad hoc en Derechos Humanos de Resistencia, Diego Vigay, trabaja desde hace unos años y que presentará próximamente ante la jueza Zunilda Niremperger para la sustanciación de un “Juicio por la Verdad” donde el Estado reconozca su responsabilidad y se considere al hecho como un delito de Lesa Humanidad.

    Pilatti Vergara, Rach Quiroga y Masin, legisladoras nacionales.

    La iniciativa para rendir homenaje a Rosa fue impulsada por las legisladoras nacionales por el Chaco: Lucila Masín, Analía Rach Quiroga y María Inés Pilatti Vergara. El acto tendrá lugar este miércoles 10 de abril, a las 12 horas, en el Salón 2, del Piso 2, del anexo al Congreso de la Nación (avenida Rivadavia 1841).

     

     

    Share.