Empresas advierten que todas las licitaciones de viviendas en marcha pertenecen a 2015

El titular del Centro de Empresas Constructoras, Mateo Aleman habló de la nueva caída interanual en la venta de insumos y aseguró que en lo que va de la gestión del Gobierno nacional "se perdieron más de 15 mil pymes".

Mateo Aleman en Ciudad TV.

Se reconoció con expectativas hacia diciembre de 2019 e indicó que “la dirigencia empresarial, que mucho ha tenido que ver con el desembarco de esta política nacional, debería hacer realmente un mea culpa”. Pidió que se replanteen intereses.

El índice Construya registró una caída interanual de 16,3% en marzo en la venta de insumos para la construcción. Este martes, Mateo Aleman, titular del Centro e Empresas Constructoras (CEC), visitó los estudios de CIUDAD TELEVISIÓN y aseguró que “lo poco que queda de construcción está sobreviviendo, dolarizado. No tenemos una automaticidad rápida con el tema del precio y la caída no es más que el deterioro generalizado de la pequeña y mediana empresa”.

“En tres años y medio de la gestión del Gobierno Nacional se perdieron más de 15 mil pymes a nivel nacional y seguramente Chaco ha aportado gran parte de esas situaciones”, aseguró y recalcó que “el deterioro de la obra pública ha sido terrible, tanto nacional como provincial. Estamos sobreviviendo”.

Aseguró que “todo lo que sobrevivió y en lo que se ha podido medianamente avanzar fueron licitaciones de 2015. Desde ahí no se ha licitado una sola vivienda en el Instituto de Vivienda. Lo poco fue por iniciativa de la provincia, tratando de la forma que pueden colaborar con situaciones económicas y ver de qué manera poder inaugurar alguna que otra vivienda. Estamos reactivando una 2.500 o 3.300 a un paso muy lento. Viviendas que se tendrán que haber entregado en ocho meses hoy tienen entre un 40% y un 50% de avance en tres años”.

Precisó que las empresas que constituyen la Cámara llegaron a tener entre 100 y 120 trabajadores hace tres años atrás y “hoy el plantel ronda entre 20 y 25 trabajadores”. Recordó que el registro de trabajadores de la UOCRA en 2015 era de 14.750 cuando hoy no llegan a los 3 mil. “Esos trabajadores hicieron changas, al principio uno los seguí, pero eso paulatinamente se va cortando. Hoy está en una idea de subsistencia mínima. Van a las empresas a averiguar si pueden recuperar el trabajo, es constante, muchos de ellos han aprendido con nosotros”, lamentó. “Han tenido un aprendizaje con la empresa y una relación de afecto familia directo. Para nosotros los trabajadores tienen rostro, no son números”, afirmó.

2019: “La gran salida”
Se confió expectante, y el resto del sector, en lo que pueda ocurrir a partir de diciembre de 2019. “Yo creo que es la gran salida. El optimismo lo tenemos mirando la política en sí y la construcción de un espacio que pueda frenar esta debacle del capital volcado a un esquema financiero y no productivo. Nos ha golpeado fuerte a la industria”.

“La dirigencia empresarial, que mucho ha tenido que ver con el desembarco de esta política nacional, debería hacer realmente un mea culpa, una autocrítica, y repensar su relación con la política e incluso con los sectores más populares, con el pensamiento nacional, con la recreación de un modelo de país que nos contenga a todos. No estemos constantemente mirando al puerto de Buenos Aires. Veamos un poco más hacia el Chaco y el desarrollo de nuestra familia”.

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