La presentación también contó con la participación de Thelma Fardin, quien fue clave para evidenciar la vulnerabilidad de las niñas cuando denunció públicamente en diciembre del año pasado la violación de la que fue víctima en una gira por América Latina. El diputado Daniel Filmus, presidente de la comisión de cultura de la cámara, valoró el apoyo de todos los bloques al proyecto y explicó que “la valiente denuncia realizada por la actriz Thelma Fardin en diciembre del año pasado no sólo puso en evidencia la precaria situación en la que los niños, niñas y adolescentes de nuestro país participan de distintas representaciones artísticas, las falencias del Estado al momento de ejercer su obligación de control y las situaciones de abuso psicológico y físico vividos en los espacios de trabajo, sino que interpeló a toda la sociedad y, en particular, a nosotros los legisladores, a llenar este existente e injustificado vacío legal”.

    Para la elaboración del proyecto se consideraron las experiencias aportadas por estas instituciones, así como las de productoras/es, directoras/es, entrenadores y personas que organizan los castings de artistas infantes y adolescentes. Participaron de la jornada, entre otras, Alejandra Darín de la Asociación Argentina de Actores (AAA), la representante de actores Eugenia Levín, Silvina Acosta de la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (SAGAI), Sebastián Blutrach de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales y Musicales (AADET), y Julieta Ortega, Alejandra Fletchner, Anabel Cherubito de Actrices Argentinas.

    “A través de esta iniciativa, proponemos llenar un vacío legal existente en nuestro país que cotidianamente impacta de manera negativa sobre los derechos de los niños, niñas y adolescentes. El objetivo es establecer un régimen jurídico claro y preciso para proteger los derechos de las chicas y los chicos que realicen representaciones artísticas, y dotar al Estado de las herramientas suficientes para garantizar los derechos establecidos en el ordenamiento jurídico nacional e internacional”, agregó Filmus.

    Más allá de la palabra del diputado que impulsa el proyecto, el apoyo transversal de los diputados se hizo evidente a través de la presencia de las/los diputadas/os Carla Carrizo (Evolución Radical), Brenda Austin (UCR), Mónica Macha y Gabriela Cerruti (FPV), Daniel Lipovetzky (PRO), Cecilia Moreau (Federal Unidos por una Nueva Argentina).

    El proyecto de ley, presentado en ocasión del Día mundial contra el trabajo infantil, lleva la firma de Daniel Filmus (Frente para la Victoria-PJ), Sergio Ziliotto (Justicialista), quien preside la Comisión de Legislación del Trabajo, Martín Lousteau (Evolución Radical), Facundo Suárez Lastra (UCR), Cristina Álvarez Rodríguez, Vanesa Siley y Hugo Yasky (Frente Para la Victoria-PJ), Alejandra Rodenas (Nuevo Espacio Santafesino), Daniel Arroyo (Red Por Argentina), Elda Pertile y Carolina Moisés (Justicialista), y Araceli Ferreyra (Movimiento Evita).

    Para Thelma Fardin “se trata de propiciar un ambiente amoroso y sano en el ámbito artístico donde trabajen niños, niñas y adolescentes. Porque hablamos nada menos que de los sueños de esos niñes; sería fácil prohibir el trabajo infantil también en las representaciones artísticas, pero no queremos prohibir los sueños. Así como el 80% de los abusos se dan en el ámbito intrafamiliar, los abusos en el trabajo artístico infantil también se dan en un marco de confianza porque uno está obnubilado por ese sueño que está cumpliendo. Y en ambas escenas hay zonas oscuras donde pueden darse situaciones de abuso. Hay que encontrar el lugar en que el niño esté cuidado, poner luz en esos espacios muchas veces oscuros donde es fácil que ocurran los abusos”

    La Constitución Nacional prohíbe el trabajo infantil, aunque exceptúa el mismo en el caso de representaciones artísticas. Sin embargo desde la sanción de la misma en 1994, no se han reglamentado las condiciones en las cuales el mismo debe desarrollarse. Aún no existe una norma que regule y enmarque los derechos y las obligaciones existentes cuando sean los niños, niñas y adolescentes quienes específicamente realicen las representaciones artísticas. En los considerandos del proyecto se cita el documento del colectivo Actrices Argentinas que afirma “en nuestro medio, la opresión y cosificación son moneda corriente. Se erotiza y sobreexpone a niñes y adolescentes en la industria del entretenimiento. Estamos casi siempre desprotegidas por quienes nos contratan. Por ejemplo, se envía a menores de edad de gira sin tutelaje suficiente y adecuado. En nuestro medio no hay protocolos de acción frente a casos de abuso”.

    También los legisladores firmantes traen datos de un reciente estudio sobre las trayectorias laborales de actores y actrices, elaborado por la consultora Grow Género y Trabajo para la Fundación SAGAI, donde se indica que en relación al acoso sexual en el ámbito laboral “Las actrices y los actores que respondieron que fueron acosados sexualmente y que eran menores de 18 de años, indican que las personas que los acosaron tenían el rol de productor (45%), actores, directores, guionistas, maestros, fotógrafos y representantes…”.

    «Esto pone en evidencia la necesidad que los niños, niñas y adolescentes mantengan un acompañamiento adecuado al momento de cumplir con su labor artística», agregan los redactores. El proyecto de ley impone por ello la obligatoriedad de que las niñas, niños y adolescentes cuenten con un adulto referente que no sea parte del equipo de trabajo. El responsable, que estará presente en todo momento durante la jornada laboral, deberá ser adecuadamente capacitado de los derechos y obligaciones involucrados en esta especial relación contractual.

    También se define que en los casos que los contenidos de la representación artística no resulten aptos para todo público, se incorpore a la jornada laboral personal calificado para el tratamiento de estas situaciones, lo mismo que se impone que «en toda representación artística deberá garantizarse que los niños, niñas o adolescentes dispongan de un ámbito que resguarde su intimidad y, cuando sea posible, que también esté diferenciado del espacio de los adultos».

    El proyecto de ley procura construir una regulación que, sin disminuir el nivel de protección de las niñas, niños y adolescentes, no obstaculice la actividad artística a través de excesivos requisitos o trámites complejos. El legislador se propone dotar de uniformidad y coherencia los requerimientos a fin de garantizarles los derechos de los menores que deseen participar del medio artístico.

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