Tras un nuevo procesamiento en su contra, la diputada nacional Aída Ayala (UCR) afirmó que se enteró “por los medios” de la medida dictada por la jueza federal Zunilda Niremperger, y enfatizó que las causas en las que está acusada “son armadas”. Además dijo que no renunciará a su banca.
La legisladora recordó que fue llamada a indagatoria “por un tema realmente descabellado”, y apuntó que la “acusa un intendente que estuvo preso por violencia de género”, en referencia a Carlos Casalboni, jefe comunal de la localidad de Quitilipi.
“Un intendente hizo una denuncia en 2018 porque en 2016 compró con sobreprecios”, señaló y consideró que “todo es raro”.
En diálogo con El Destape Radio, la radical afirmó no haber sido “notificada de ningún procesamiento” y confesó estar “sorprendida” porque ni siquiera su abogada estaba enterada.
Ayala expresó que a partir de que ganó en 2017 las elecciones legislativas en Chaco, se presentaron “anónimos” a denunciarla, e hizo alusión a la investigación por presunto lavado de dinero en la que se había pedido su desafuero y prisión preventiva.
“Yo ya no soy más opositora. Desaparecí. A mí públicamente me destruyeron. Y no solo la imagen pública, sino la salud”, manifestó la diputada de Juntos por el Cambio, que además resaltó que tiene la proscripción en el futuro por parte de la UCR y Cambiemos.
Para la chaqueña, la jueza la procesó “sin tener pruebas” e insistió: “Es una una causa armada y no le decidan suficiente tiempo para leer el expediente. Es injusto. Algún día se va a saber la verdad. En juicio oral van a tener que tener los elementos”.
Ayala remarcó que ella se encuentra “a derecho”, sin embargo “no me dejan ni irme de vacaciones, y a la vicepresidenta (Cristina Kirchner), que tiene no sé cuántos procesamientos y pedidos de prisión, sale del país cuando quiere”.
“Ya me han destruido la carrera política y han destruido mi familia”, finalizó.