Por Rodolfo Schwartz *

    La decisión tanto del gobierno nacional como provincial, sobre la cuarentena preventiva obligatoria, es correcta y viene dando buenos resultados, con relajamientos y falencias por falta de planificación y control colectivo. Pero para poder cumplir con la cuarentena, la sociedad no debe distraerse y mucho menos dividirse con otros temas.

    En relación a hechos y debates que se vienen desarrollando en los últimos días, recordamos que el gobernador Capitanich realizó la campaña del Frente Chaqueño, destacando la necesidad de una reforma educativa profunda y transformadora, que parta de las demandas sociales y productivas y elabore una nueva propuesta académica, que posibilite una inserción laboral.

    Estamos de acuerdo con eso y principalmente, con que todos estos debates se realicen en un Congreso Pedagógico democrático y ampliamente participativo, que también fue uno de los ejes de campaña y leyenda membrete de los organismos oficiales del Chaco.

    Estamos de acuerdo también con desarrollar la Educación Bilingüe Intercultural y de Agentes Sanitarios, entre las primeras que nombrara el gobernador en su última expresión en los medios. Al mismo tiempo, estamos de acuerdo de que centenares de ellos que esforzadamente se formaron, hoy tengan un trabajo que no tienen.

    En lo que no estamos de acuerdo, es que en medio de la pandemia que requiere la máxima unidad y coordinación de todos los sectores en los Comités de Emergencia Sanitaria y Social, donde los docentes deben jugar un papel activo en la difusión de las medidas preventivas y en los Comedores Escolares, se impulse una reforma de los IES Institutos de Educación Superior, fuera de las instancias democráticas de debate, lanzadas con la presencia del propio Ministro de Educación de la Nación, al inicio del año. A nadie le gusta que las cosas se le impongan.

    En instancias en que todavía no pasamos la situación más grave de la pandemia, con los índices de contagio más grandes del país en relación con la cantidad de habitantes, de muertes en relación a la cantidad de infectados y con un panorama donde no se sabe cuando se reanudaran las clases, el planteo de este debate así, es equivocado.

    Lo decimos desde los que duramente, sin recibir nada a cambio y poniendo en riesgo la salud, a pesar de los máximos pero precarios cuidados, organizamos 301 merenderos y comedores a lo largo de la provincia y del Chaco profundo. Con ellos, aportamos a la alimentación de 30.100 personas, dos o tres veces por semana, porque todavía no llegan los refuerzos nacionales, provinciales y municipales.

    Lo decimos también, los que queremos salir con el menor costo de vidas de este drama y por eso impulsamos desde el primer día los Comités de Emergencia Sanitaria y Social Municipales y Provincial, para tener la información capilar de la realidad en territorio, de las diferentes organizaciones de la producción de la ciudad y del campo, del trabajo, organizaciones sociales, pueblos originarios, profesionales, iglesias y clubes.

    Es ahí donde hay que poner el esfuerzo para desplegar toda la capacidad del pueblo para enfrentar la crisis sanitaria, que puede derivar en una crisis social por el hambre que crece y terminar en una crisis política.

    Debe haber garantía laboral y este importante cambio en educación, no se resuelve con ampliar el tiempo de consultas, sino cumpliendo con los objetivos del Congreso lanzado.

    No se puede avanzar en ninguna decisión sin la participación de la comunidad educativa. Para ello hay que tener en cuenta que no se puede correr el eje central de los problemas dramáticos que nos aquejan.

    (*) Diputado Provincial
    Bloque del Partido del Trabajo y del Pueblo
    Interbloque del Frente Chaqueño

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