En el discurso de apertura del período de sesiones ordinarias del Concejo Municipal de Resistencia, el intendente, Gustavo Martínez, anunció este martes el envío de un proyecto de ordenanza con el que se buscará limitar la estructura del municipio.
Dijo que esto se hará para evitar que siga creciendo la plantilla de la comuna teniendo en cuenta el exponencial crecimiento en el ingreso de trabajadores a la planta permanente, fundamentalmente en el período 2011-2019, durante las gestiones de Aída Ayala y Jorge Capitanich. Afirmó que esta situación afecta severamente la capacidad actual para invertir en obras y servicios.
“Es muy importante continuar con el trabajo de ordenamiento interno. Por eso nos hemos propuesto como gestión y vamos a elevar a este cuerpo, el proyecto de ordenanza para que se limite la estructura de planta permanente de la gestión municipal”, sostuvo Martínez.
“Esta gestión de la ciudad tiene hoy muchas limitaciones a pesar del gran esfuerzo de los contribuyentes”, añadió el intendente.
En este sentido apuntó a la “irresponsabilidad” con la que se administró la incorporación de recursos humanos la cual hoy le provoca a la comuna “una gran afectación” de recursos. “Para que se tenga una idea, en 2011, el municipio contaba con 2900 trabajadores de planta. En 2015, con 3700 trabajadores de planta y en 2019, con 5100 trabajadores de planta”, detalló.
“Entonces es muy importante que esto no suceda hacia adelante. Que no se utilice la precarización laboral a través de pagos por jornales, o de contratos de obra dentro de la estructura del ejecutivo para que luego, cada gestión que deja el gobierno termine incorporando mil o dos mil trabajadores más”, sostuvo.
“Es un problema para todos los vecinos y vecinas de Resistencia. Es muy importante que se pueda limitar hacia adelante y trabajar en un ordenamiento de una sola estructura laboral, enmarcada en la ordenanza del Estatuto de Trabajadores Municipales”, añadió.
Martínez aclaró que, hacia adelante, cualquier contratación externa que haga el gobierno de la ciudad, deberá hacerse mediante otros instrumentos y herramientas financieras “que no vinculen al trabajador a la estructura”.
“Porque desde la política tenemos la debilidad de incorporar grupos de jornalizados o contratados y luego de finalizada la gestión pasan a ser empleados de planta permanente de la ciudad. Después esto limita la posibilidad de que podamos hacer inversión en serio en la infraestructura y servicios de la ciudad”, aseveró.