El abogado defensor de Sergio Osvaldo Alila, Miguel Barceló, confirmó en CIUDAD TV que su defendido fue sometido a una segunda junta médica este miércoles. La primera había sido en marzo de este año y sugería la internación de Alila, condenado a 6 años de prisión por el delito de lavado de dinero e imputado en dos causas por abuso sexual agravado.
Barceló recordó que otra disposición del Poder Judicial, de noviembre del año pasado, sostenía “que tenía que estar internado; el D. Ramiro Islas lo dijo en cuatro oportunidades”. “La junta médica de ayer ratifica lo que dijo la junta médica de marzo, porque anteriormente, el Poder Judicial, en la primera instancia, no compartió esa posición y pidió un dictamen al área de Salud Mental del hospital Perrando. Entonces, especialistas de menor rango a una junta médica dijeron que podía hacer el tratamiento en forma ambulatoria. La junta médica de marzo como la de ayer dijeron que tiene que estar internado por la patología y la gravedad que tiene”, insistió.
A título personal, comentó: “Lo he tratado desde el año pasado, he tenido algunos diálogos, y desde el año pasado a ahora su salud se ha ido deteriorando. El año pasado comprendía algo. En este momento, en la actualidad, su desmejoramiento en la salud ha sido evidente. Lo presencié, lo vi, no está normal, tiene las muñecas cortadas, golpes en la cabeza, no está higienizado; un montón de circunstancias que demuestran una patología que la junta médica de ayer, que establece la Ley de Salud Mental de la Provincia del Chaco y la Ley nacional, concuerdan. Expresaron en un 100% que tiene que estar internado porque es un peligro para sí y para los demás. Y que, en esta etapa, en este momento, en el momento en el que le hacen el examen, él no está en condiciones de afrontar un proceso judicial, tienen que estabilizarlo y ver qué hacen con él”.
Anticipó que en las próximas horas se producirá la internación de Alila, “internación que ya se había ordenado anteriormente”. Mientras tanto, continúa alojado en la seccional 9na.
Barceló aseguró que parte de los problemas tienen que ver con que el personal policial, si bien lo atiende bien, “no está preparado para atender a una persona con problemas psiquiátricos o médicos. No está apto porque no son enfermeros ni tienen capacidad médica para atenderlo. Él tiene un problema de salud, es un enfermo y hay que internarlo y tienen que darle tratamiento acorde para su patología”.
Recordó que hay procesos judiciales iniciados, uno reciente que se cursa en la Fiscalía de Derechos Humanos vinculado a una denuncia por haber sido objeto de un abuso sexual. “También hay otro proceso iniciado por el fiscal Villalba, porque él dice que Alila, estando internado, publicó cosas contra su persona. Hay una audiencia la semana próxima donde se va a resolver esa situación. Hay una cadena de custodia que ha fallado y aparece mágicamente un chip en el teléfono que le secuestraron supuestamente Alila, que tenía en su poder y que según el Libro de Novedades estaba en la Guardia de la Policía”, sostuvo.
En relación a lo que se determina en materia de salud, explicó que hay un periodo, un plazo en el que se lo deberá examinar habitualmente. “Si en ese periodo de tiempo él no está apto, no recupera su capacidad mental, psicológica o se lo estabiliza, no se puede continuar con el proceso en su contra”.
Sergio Alila, padre del imputado: “Estamos muy preocupados por su salud”
Por su parte, el padre del imputado, aseguró que el hombre de 33 años “está en muy mal estado, realmente estamos muy preocupados por su salud. Estamos viviendo un infierno con todo esto”.
Contó que antes de ocurridos todos los hechos que se le imputan al hijo, “falsas denuncias, como digo yo”, su hijo ya tenía problemas psiquiátricos. “Viene hace más de 8 años con problemas psiquiátricos, pero estaba contenido por la familia y la medicación que le daban os especialistas. Al suceder estos hechos, su salud se fue agravando. No puede continuar con su medicación porque los internos detenidos se la sacan. Él tiene horarios que cumplir y a veces la misma policía no puede cumplir y él empieza con ataques de pánico, sudoraciones, ansiedad, depresión; tuvo episodios de amnesia, momentos en los que no sabía ni qué estaba haciendo ahí, para qué o por qué estaba. Es terrible la situación que está viviendo detenido”.
“A él lo estuvieron paseando de una comisaría a otra hace un tiempo. Se quejaba de que no le daban la medicación o estaba con ataques de pánico. Entonces lo trasladaban a otra comisaría”, indicó. “Lo trasladaron siempre a comisarías, en celdas comunes, donde ya sabemos que los que están denunciados por este tipo de delitos no pueden estar en celdas con presos comunes porque pueden sufrir alguna amenaza o daño. Y realmente eso fue lo que pasó. Hubo comisarías en donde los mismos llaveros tuvieron que apartarlo para que no le hagan daño los demás presos, hasta que sucedió en la localidad de Makallé. La medicación a mi hijo lo hace dormir o lo tiene medio dopado y se despertaba con compañeros que lo estaban manoseando, abrazando o tocándolo. Ahí es donde se presentó la denuncia por los hechos de abuso sexual a los que fue sometido en ese lugar. Pero también pueden haberle pasado cosas mientras dormía, que no sabemos ni nos enteramos porque él es un enfermo psiquiátrico medicado. Hay momentos en los que tiene ataques de epilepsia y no hay forma de contenerlo, esos son los golpes que menciona el Dr.”, apuntó el padre.
“Pido que respeten la decisión de la junta médica interdisciplinaria y que en forma inmediata se decida la internación. Él tiene que salir de donde está, tiene que estar en un centro en el que se lo atienda para recuperar la salud que tenía”, aseguró el padre.
