
Por Jorge Alemán
Ahora se encuentra con que ella misma y ha hecho surgir lo que aún permanecía latente.
A raíz del intento de proscripción, término que pertenece a los pliegos profundos de la Nación, ha provocado varios hechos a la vez: el retorno del pueblo (no la gente) haciendo ejercicio de la memoria de sus luchas y conquistas, el trazado claro de una frontera antagónica que ahora se vuelve nítida, el pueblo o el macrismo y la reconfiguración de la lideresa popular de mayor peso en el espacio político en la constitución de un nuevo sujeto político.
Se podría decir que todo esto ya estaba, pero permanecía en un estado larvado sin los contornos precisos que ahora comienzan a emerger.
Cuando un pueblo irrumpe, más allá de sus identidades históricas previas, no es el mismo de antes, no son idénticas sus demandas insatisfechas a las precedentes, tampoco el lugar del liderazgo es el mismo.
Debe articular lo nuevo que ha surgido entre esas diferentes y nuevas demandas insatisfechas, aún sin conjugarse en un proyecto.
Por último, Cristina deberá situarse con respecto al modo en que esta nueva realidad política se presenta con el Frente de Todos por un lado y con el proceso electoral por el otro. Y evidentemente estas tres realidades no coinciden entre sí, pertenecen a registros simbólicos distintos. Más que nunca ahora, donde la realidad material de un vasto sector del pueblo es muy dolorosa.
Existe un movimiento nacional y popular que todavía sea capaz de articular estas tres instancias ? Una coalición atravesada por diferencias internas en permanente tensión, un trayecto electoral que será seguramente feroz y esta gran noticia de un nuevo encuentro entre los sectores populares y su lideresa histórica.
Una vez más los acontecimientos hablarán.