Desde la media tarde, miles de chaqueños – en absoluta actitud pacífica – se movilizaron en “defensa de la democracia” y en repudio al atentado contra la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner. Simultáneamente, durante toda la jornada y con los mismos dos ejes, en las capitales y principales ciudades de prácticamente todas las provincias, tuvieron lugar masivas convocatorias.
En Resistencia, la multitudinaria movilización, se concentró en su mayoría en el cruce de la avenida 9 de Julio con sus pares Las Heras y Vélez Sársfield, y desde allí, marcharon hacia el Mástil de la ciudad, frente a la Plaza 25 de Mayo.
Las primeras estimaciones daban una concurrencia de alrededor de 30.000 personas. Lo que motivó que muchos de los dirigentes que participaban de la misma señalaran sin titubear que ”fue la manifestación más grande ocurrida en los últimos años en Resistencia”.
Muchos militantes se manifestaron con los partidos políticos, movimientos sociales y organizaciones gremiales, pero además, se produjo una masiva concurrencia de familias con niños, que no tenían ningún encuadre partidario, pero sintieron la necesidad de salir a defender la democracia y repudiar el atentado a la vicepresidente.
Una convocatoria que además de ser multitudinaria, transcurrió en todo su trayecto de manera pacífica y con singular alegría, con todos los condimentos de las tradicionales movilizaciones, con bombos, batucadas, pancartas y cánticos. “Esta es la manera de responder a la violencia y a la persecución mediática y judicial, con alegría y con el pueblo en las calles”, afirmaba un veterano dirigente.
Sin lugar a dudas, después del gravísimo y fallido atentado a Cristina Fernández de Kirchner, Argentina no será la misma, este tremendo suceso se convertirá en una bisagra en la vida política, económica y social. Dependerá de la capacidad y sabiduría de toda la dirigencia, asumir las responsabilidades que la hora actual demanda y lograr pacificar los espíritus y las acciones de una sociedad que reclama seguir viviendo en democracia y en paz.
