En base a que las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico ecuatorial se mantuvieron por debajo del promedio a mediados de septiembre y los resultados de distintos modelos climáticos, el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI, International Research Institute for Climate and Society) de la Universidad de Columbia estima que hay una probabilidad del 75 por ciento de que La Niña siga presente durante los meses de diciembre, enero y febrero.

    Cuando este fenómeno se presenta con una intensidad con capacidad de influencia, en Argentina se lo asocia a condiciones más secas. “Lo que tuvimos este año es una Niña de débil a moderada, esto quiere decir que tiene una señal que llega, que tiene influencia”, indica Cindy Fernández desde el SMN.

    “Al llegar el verano -adelanta la meteoróloga- lo que se observa en los pronósticos es que va a tender a debilitarse por lo que empezarán a jugar otros factores que contribuirán o inhibirán los efectos que tiene La Niña”, por lo que recomienda seguir pronósticos de corto plazo.

    Para el trimestre que comienza, La Niña continuará con una señal significativa. Según Fernández, este fenómeno contribuye a que el aire esté más seco y que las temperaturas puedan subir o bajar con mayor facilidad y que, por ende, haya mayor amplitud térmica.

    Por otro lado, el SMN junto con especialistas de otros organismos elaboraron el pronóstico climático de consenso que indica que para lo que queda del año la probabilidad de precipitaciones será inferior a lo normal en la región del Litoral, norte y este de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, este de San Luis y oeste de Patagonia, mientras que estarán en el rango de normal a inferior al promedio en el norte, La Pampa, sudoeste de Buenos Aires, este y sur de Patagonia. Se esperan condiciones normales en el noroeste y en Cuyo.

    “Hay que tener en cuenta que si bien el pronóstico prevé menos precipitaciones por toda esta influencia que hay en la región, estamos entrando en la temporada de lluvias. Octubre y noviembre son de los meses más lluviosos en la región Pampeana, por lo cual es esperable que las precipitaciones empiecen a ser al menos un poquito más recurrentes, aunque sin alcanzar las condiciones normales para esta época”, aclara la meteoróloga.

    La atmósfera funciona como un sistema complejo y por esa razón la tendencia climática considera los distintos factores que influyen en la región además del fenómeno de La Niña.

    En cuanto a las temperaturas, el pronóstico para los meses de octubre, noviembre y diciembre estima que serán superiores a la media en Buenos Aires, La Pampa, Córdoba, San Luis, sudoeste de Santa Fe y en el centro y norte de Patagonia, mientras de normales a superiores a lo frecuente en el sur del Litoral y en la región de Cuyo. En el resto del país las temperaturas estarán dentro del promedio para la época.

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