En la mesa política del Frente de Todos se discutió y se acordó entrada la madrugada

Referentes de los distintos espacios del oficialismo se reunieron durante cinco horas y media en la sede del PJ y acordaron un documento - que se conoció cerca de las dos de la madrugada - que condena la proscripción a la vicepresidenta y sienta las bases para ordenar al FdT de cara a las elecciones. Estuvieron representadas todas las corrientes internas, encabezadas por Alberto Fernández, Máximo Kirchner y Sergio Massa.

A cuatro meses y una semana del cierre de listas, se sentaron cara a cara, en la sede del PJ nacional, referentes de todos los sectores del Frente de Todos y consensuaron un documento que incluyó una condena a la proscripción que sufre la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y también la importancia de las PASO como una herramienta “para abrir la participación de los partidos y sintetizar las diferentes visiones de un proyecto común”.

El texto, además contiene críticas al macrismo y destaca en todo momento el valor y la importancia de la unidad, además de aclarar que es necesario mejorar la economía y el poder adquisitivo de los salarios en lo que queda de gobierno.

En la cabeza de la mesa estuvieron representantes de todas las tribus oficialistas: el presidente Alberto Fernández, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro – por el kirchnerismo – y el ministro de Economía, Sergio Massa. La sorpresa de la jornada fue que, pasadas las 19, llegó a la sede de la calle Matheu el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, que había asegurado que no iría. La presencia de Massa también fue destacada porque no había confirmado su asistencia.

En el documento de dos páginas, que se conoció cerca de las dos de la madrugada, los miembros del FDT expresaron que en 2023 “el futuro del país está en juego”, y que en estas elecciones se enfrentarán dos modelos de país contrapuestos.

En primer lugar condenaron la proscripción de CFK y aseguraron que “quienes integramos esta mesa tenemos como responsabilidad disponer las acciones necesarias para impedir la proscripción de la compañera vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner cuyo liderazgo y potencia electoral no nos puede ser arrebatado. No hay, o no debería haber, ningún poder económico, mediático o judicial capaz de decidir por encima de la voluntad popular”, en esa línea, varios participantes de la reunión dijeron al salir que se planteó la conformación de “una comisión que le transmita a CFK el compromiso de luchar contra su proscripición y, en ese marco, pedirle que revea su decisión de no ser candidata”.

En segundo lugar, expresaron que “las PASO son la herramienta institucional creada por nuestro gobierno durante el año 2010, para abrir la participación de los partidos y sintetizar las diferentes visiones de un proyecto común”, y en todo momento destacaron “la unidad en la diversidad”, como un valor clave.

Por último, reivindicaron la gestión – que enmarcaron en un contexto de pandemia, guerra y endeudamiento que el gobierno heredó del macrismo – y dijeron que conocen “todas las demandas económicas y sociales de las que aún tenemos que dar respuestas concretas”. “Por eso, es tarea primordial de quienes formamos parte de este proyecto político continuar los esfuerzos para reducir la inflación, aumentar el poder adquisitivo de los salarios y trabajar en cada una de las políticas públicas necesarias para que nuestra gente viva mejor. Ese fue el contrato electoral que acordamos de cara a la sociedad en 2019 y por el cual debemos seguir trabajando”, aclararon.

Nadie se quedó sin hablar. Por eso la reunión duró cinco horas y media. Empezó unos minutos después de las 20 y terminó a la una y media de la madrugada. Casi media hora después de la medianoche fue el turno de Máximo Kirchner. A la una de la madrugada habló el Presidente. Fue una discusión fuerte, en la que hubo discursos y respuestas de los representantes de cada uno de los sectores defendiendo sus posturas.

“La reunión fue positiva, mucha discusión buena e interesante y contrapuntos. Esta mesa hace dos años atrás hubiese sido fantástica”, evaluaron desde el kirchnerismo. Desde el albertismo la calificaron como “una buena reunión”.

La sede del PJ en la calle Matheu amaneció con toda la cuadra cubierta por pasacalles y empapelada con carteles que tenían la foto de la vicepresidenta y la consigna “Proscripción un carajo, Cristina 2023”. Un anticipo de varios de los discursos que se escucharon después en la reunión de la mesa política.

Presencias

Cristina Kirchner, tal como había anunciado, no fue de la partida, pero envió representantes. Además de su hijo y De Pedro, estuvieron Larroque, el sindicalista Abel Furlán; la senadora Anabel Fernández Sagasti; la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, y Sergio Palazzo, de la Bancaria.

El Presidente arribó cerca de las 20 escoltado por el flamante jefe de Gabinete, Agustín Rossi. La lista de los más cercanos al jefe de Estado se completó con Juan Manuel Olmos, vicejefe de gabinete; Julio Vitobello, secretario general de la Presidencia; Victoria Tolosa Paz, ministra de Desarrollo Social; Fernando Navarro y el canciller -y secretario general del PJ- Santiago Cafiero.

Los gobernadores también dijeron presente. Hubo cinco representantes de ese espacio: Axel Kicillof (Buenos Aires), Mariano Arcioni (Chubut), Jorge Capitanich (Chaco) y Gustavo Bordet (Entre Ríos). Varios de ellos líderes provinciales a la mañana habían estado con el ministro del Interior en Tucumán, acompañando a Juan Manzur en su reasunción al frente de la provincia. Por parte de los intendentes bonaerenses, estuvieron Mario Secco (Ensenada), Fernando Espinoza (La Matanza), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Mariel Fernández (Moreno) y Lucas Ghi (Morón).

El ministro de Economía fue uno de los últimos en llegar. Lo hizo a las 20.15, después del Presidente. Como escoltas estuvieron Malena Galmarini, titular de Aysa; la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau; el ministro de Transporte, Diego Giuliano; Ruben Eslaiman, vicepresidente de la Cámara de Diputados bonaerense; y Juan Andreotti, intendente de San Fernando. Una vez que ingresó Massa, se dio inicio a la reunión.

La elaboración del documento final estuvo a cargo de Juan Manuel Olmos, que dialogó en todo momento con Alberto Fernández. Luego, para revisar las cuestiones de redacción, pasó a las manos de la vocera presidencial, Gabriela Cerruti. Lo miró el canciller Cafiero, y luego Agustín Rossi. Una vez terminada esa etapa, el escrito pasó al despacho del ministro del Interior. Wado lo leyó y dio el visto bueno, al igual que Sergio Massa. Todos, claro, incorporaron correcciones hasta último momento y lo circularon con quienes iban a ir en nombre de sus espacios. La noche del miércoles Fernández leyó la versión final en Olivos.

Este fue el primero de los pasos del FdT de cara a las elecciones de agosto. Antes, claro, estará el cierre de listas el 24 de junio. El oficialismo tiene por delante largos meses que estarán cargados de gestos y definiciones políticas, con el objetivo central volver a ganar la Presidencia.

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