Hospital Perrando: en el último semestre, unos 70 nacimientos fueron de madres con consumos problemáticos

Desde el domingo, un bebé de más de 20 días de vida se encuentra internado en estado crítico, diagnosticado con cocaína en sangre. CIUDAD TV dialogó con Andrea Mayol, jefa del Departamento de Perinatología del hospital Perrando y directora de Maternidad e Infancia, que habló de un flagelo a nivel social y sanitario "que repercute a lo largo del embarazo". "Hemos visto un incremento de nuestras embarazadas, durante su periodo prenatal, con consumo problemático", afirmó.

Andrea Mayol, jefa del Departamento de Perinatología del hospital Perrando y directora de Maternidad e Infancia.

Mayol comentó que en estos casos, desde Salud Pública, se interviene a través de prácticas de rehabilitación para abandonar el consumo, “más que nada evitando los efectos en el niño como las complicaciones que pudiera llegar a tener durante el embarazo”.

La cocaína en sí genera una dependencia y un consumo continuo, constante y crónico. “Pasa a través de la sangre materna que llega al feto, produce en niño, además de síndrome de abstinencia cuando nace, la disminución en su crecimiento. En general, son niños de menor peso, del que deberían haber tenido en todo su potencial. Algunos casos se relacionan con partos prematuros, depende del consumo puede haber abortos precoces. Pero, en general, son niños que llegan a término, de bajo peso, con síndromes de abstinencia posterior al nacimiento”, explicó la profesional.

Una vez que el niño nace, recalcó que “la leche materna es un pasaje de todo, de lo bueno y de lo malo. Por eso es muy importante la alimentación y el cuidado de la salud de la madre durante la época de la lactancia. No está contraindicado el suspender la lactancia en madres consumidoras. Sí es una etapa para tratar de trabajar con ellas en su recuperación, pero no suspender la lactancia”, aclaró.

Informó que el “pasaje” es mínimo. Y que en la medida en que la madre disminuya el consumo, menor cantidad le va a llegar al niño. “Esto es algo que ya lo venía afectando en forma crónica y continua”, sostuvo.

El abordaje en estos casos es intersectorial y multidisciplinario. “La gran problemática que no solo se ve en adolescentes sino en población de mujeres jóvenes, donde hay consumo problemático, sobre todo marihuana y cocaína que es lo que más abunda”.

Desde Salud Pública articulan con familiares que pudieran ser corresponsables del cuidado del niño. Si no se encuentra un familiar, interviene la Línea de Minoridad, la 102, y en base a eso se van planteando cuestiones. “La decisión, por parte de la madre como adulta, es la de dejar o no el consumo. Pero acá hay un tema que es el resguardo del niño y es ahí donde uno tiene todas las competencias para poder articular y saber que ese niño va a ir a un seno familiar contenido y cuidado”, apuntó.

Aseguró que hay un aumento de casos de madres consumidoras en los últimos años. “Casi un 4% de los partos y nacimientos en Maternidad del Perrando tienen consumo problemático de sustancias. Estamos hablando, en ese semestre, de unos 70 casos aproximadamente”, informó.

“Es un proceso de rehabilitación largo, continuo, crónico, donde interfieren otros actores y donde depende mucho la voluntad de la persona. Nosotros tenemos que asegurar y garantizar que el niño reciba todos los cuidados que corresponden para su edad y trabajar con la madre para que asegurarnos de que ella sea la mejor cuidadora para ese niño. La idea no es suspender el vínculo sino tratar de reincorporarla en la sociedad, generar la rehabilitación, los caminos y los accesos. Pero es un trabajo largo y la recuperación lleva su tiempo”, manifestó la profesional.

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