“Nosotros estamos viviendo la misma situación que toda la sociedad debe ver cada vez que va a una despensa, un mercadito, un supermercado. Es la misma situación, pero el insumo que nosotros usamos no se puede stockear. Nosotros no tenemos capacidad de comprar insumos a largo tiempo y poder tenerlo y después trasladar el nuevo precio al paciente porque al estar cobrando las prestaciones a 30, 60 y algunas a 90 días después de haberlas efectuado, no tenemos un flujo de dinero acorde con la evolución de esta escalada económica”, apuntó en diálogo con CIUDAD TV.
Aseguró que el principal problema que afrontan “es que no conseguimos los insumos”. “El insumo no entra al país porque no hay forma de remitir dólares porque se pusieron trabas importantes para la compra en el exterior o porque el que tiene no sabe el precio con el que va a tener que reponer su mercadería y la stockea. Guarda el marcapaso, guarda la prótesis. Realmente es una situación de alarma porque son insumos de prestaciones que no podemos cambiar por otra. No es que no hay carne y nos vamos a la polenta. Esto imposible. Si hay que poner un stent, hay que poner un stent. Y si es una prótesis de cadera se podrá elegir si de titanio o de acero, pero no por otro insumo. Es realmente dramática la situación y no vemos en el Gobierno Nacional, en primera instancia, y en todos los actores de la salud hasta que llega a la prestación, como los intermediarios de obras sociales o administradores o dueños de prepagas, el interés por resolver una situación que es de este actual momento. Es realmente difícil”, aseguró.
Apuntó que desde el lunes, con la devaluación del Central, los proveedores de este tipo de insumos “venden sin precio o con remito”. “Pro imagínese que nosotros estuvimos comprando sueros a $300 o $350 y nos están ofreciendo ahora a remito pero con un posible precio de $700. Es el doble o un poco más del doble del valor del medicamento. Y nosotros no le podemos facturar ese valor a la obra social porque tenemos un módulo prestacional acotado. Y si llegamos a comprar por suma necesidad al precio del remito, pagaremos $700 por el suero que pusimos a un paciente cuando valía $350 o $280”, graficó y aclaró: “Y estoy dando de referencia el insumo más común, más frecuente en una internación de un paciente”.
Con aquellos insumos médicos que son importados, aseguró “que es una carrera para ver dónde hay, cuanto cobra y quién paga después. NO todas las personas (pacientes) tiene la capacidad económica de resolver la situación, ni tampoco hay pacientes que puedan decir ‘esperamos 15 o 20 días’, porque la espera de una cirugía provoca estrés, angustia en la familia, una caída económica”.
Recordó que previo a esta devaluación, ya los prestadores habían advertido sobre esta situación que hoy se profundiza con las últimas medidas. “Esto que venía siendo un problema cotidiano, ahora se acentuó de una manera tremenda. Porque te dicen que no tiene precio, que busques en otro lado. Hoy se ha perdido hasta la solidaridad en la entrega de cosas trascendentes, importantes, de todos los días en las prestaciones de salud”, manifestó el profesional.
La propuesta es que las obras sociales puedan “juntarse” con los prestadores para determinar qué respuestas pueden darle a los afiliados. “Estamos esperando a tener una reunión con el InSSSeP también sobre el tema porque es importante la opinión de ellos en este sentido”, sostuvo y remarcó: “No hemos declarado todavía alguna medida de presión sobre el hecho que ya está ocurriendo hace varios días porque estamos esperando la apertura del diálogo en este tema de varios de los responsables de esta situación. Girarle el cobro del excedente al paciente es una carga más al pobre individuo que tuvo la mala suerte de enfermarse”, sostuvo el profesional.
