“Hay un componente que no importó que es la logística, no es lo mismo cargarle 15% al sur de Santa Fe que cargarnos a nosotros que tenemos un costo altísimo para transportar la materia prima. hay un montón de medidas apresuradas como las retenciones, por ejemplo”, apuntó.
Aseguró que en las charlas que mantienen los supermercadistas, una frase que se repite es que “ya no somos supermercados, somos almacenes”.
“Nosotros, los pequeños supermercados, los de proximidad, las pymes, no tenemos problemas de desabastecimiento como lo hacen las grandes cadenas”, sostuvo y también habló de una desigualdad en cuanto a firmas líderes “que siempre le cobran más al quiosco, al pequeño supermercado o al bar, para subvencionar a las grandes cadenas que son las que presionan sobre la industria. Ahora que les toca a la grandes cadenas sufrir eso desabastecen sus góndolas cuando nosotros convivimos siempre con la desigualdad en el trato comercial”.
“Ya hay cadenas con más de 50 bocas en países como Colombia, Chile, Perú, Brasil, cadenas exprés, es una lucha terrible por la primacía del mercado” dijo para graficar la situación que atraviesan los supermercados pymes.
En cuanto a las medidas del Gobierno nacional, consideró que “muchas son correctas”. Pero marco que “no se puede comprara con otros países porque la industria de comercio en general, en Argentina, tiene años de paternalismo con el Estado. Es un país dependiente de las decisiones del Estado y aparte monopólico. Si usted le dio de comer en la boca a un pibe y de repente lo lleva a la selva tiene muy pocas posibilidades de sobrevivir, primero hay que darles las armas, las posibilidades a la industria argentina de reconvertirse, de prepararse para competir”, manifestó.
