El especialista precisó que los dos aspectos principales en torno al fenómeno de El Niño son “un exceso de evaporación en el Pacífico ecuatorial que está teniendo su trasmisión actualmente sobre el noreste del país. Uno de los aspectos es mucha lluvia sobre la cuenca del Uruguay y del Iguazú que motivó una crecida que hacía muchos años no daba del río Paraná en noviembre y es una posibilidad que sigue existiendo de acá hasta abril”.
El segundo aspecto que mencionó son las lluvias sobre el Chaco, que sufrió una escases y una sequía durante más de tres años, y que ahora registra, como en el caso del sudoeste, lluvias por encima de lo normal. “En el resto de la provincia son valores normales, pero alientan a que esta situación de sequía llegue a su fin”.
En cuanto al panorama hacia adelante, indicó que el Servicio Meteorológico Nacional proyecta hasta marzo lluvias normales o superiores. “O sea, se sigue afirmando lo que viene sucediendo desde noviembre en adelante. En mi opinión, hasta abril, que es el fin de la temporada de lluvias, esa situación es la que se va a dar”.
Explicó, para ahondar sobre el fenómeno climatológico, que el 70% del planeta Tierra es agua y la mayor superficie evaporante que tiene es el océano Pacífico, que a la altura de Ecuador y de Perú tiene entre 10 mil y 15 mil kilómetros de distancia y, por lo tanto, “mueve el amperímetro de las precipitaciones, especialmente en América, Sur y Norte, y en algunas otras partes del mundo. De ahí es que se estudia la temperatura a nivel superficial de ese océano, en ese lugar, porque se recuerda el fenómeno de 1983 donde el río Paraná estuvo, por ejemplo, un año crecido, inundando todo y generando muchísimas pérdidas en varios países de Latinoamérica”.
“En ese momento, se comienza a visualizar esa trasferencia de mayor evaporación, humedad y lluvias que, de acuerdo a los organismos meteorológicos de Argentina y de Brasil es una situación que seguirá así por lo menos hasta marzo, en mi opinión, hasta abril”, afirmó.
“Hay posibilidades de que se generen precipitaciones muy elevadas, como la que ocurrió en Charata, Las Breñas y la semana anterior en Reconquista. Y, ni hablar, de lo que está sucediendo en Corrientes que tiene una gran superficie bajo agua. Ese es el panorama que se visualiza”, aseguró.
Vaticinó que para marzo o abril, ya con los suelos cargados, el fenómeno podría ocasionar inundaciones con muchas pérdidas.
