Preocupación en el NOA y NEA por despidos en la construcción y caída de la industria textil

Por la desinversión del Gobierno nacional en la obra pública ya hay 8.000 desempleados en Jujuy, una cifra similar en Salta, 10.000 en Chaco, 3.500 en Tucumán y 2.000 en Entre Ríos.

El freno en seco de la inversión del Gobierno en la obra pública y la puesta en marcha de un rumbo de la economía que licuó el poder adquisitivo de los salarios son dos marcas de los primeros 100 días de gestión del presidente Javier Milei, cuya consecuencia más inmediata, entre otras, es el incremento de la desocupación en el norte argentino. La construcción, los rubros textil y del calzado son los que más han sufrido las consecuencias de la desinversión estatal y la retracción de las ventas.

De acuerdo a un sondeo de Ámbito durante la primera semana de marzo, los datos indican que ya hay 8.000 desempleados de la construcción en Jujuy, una cifra similar en Salta, 10.000 en Chaco y 3.500 en Tucumán. En Formosa, el colectivo “Ingenieros del Modelo Formoseño”, publicaron una solicitada en medios de esa provincia para denunciar que “más de 50 empresas constructoras formoseñas con financiamiento nacional de obras en ejecución se encuentran paralizadas, generando el despido del 100% de sus obreros y profesionales”.

En Jujuy, en donde gobierna el radical Carlos Sadir, la situación se agravó en las últimas semanas. En febrero, los desempleados de la construcción eran 6.000, según Ramón Neyra, el secretario general de la seccional provincial del gremio del sector, UOCRA, pero admitió que en marzo esa cifra ascendió a 8.000, tras una reunión con los integrantes de la Cámara Argentina de la Construcción jujeña para analizar el futuro de la actividad.

En la vecina Salta la situación es similar, de acuerdo a Juan Carlos Segura, el titular de la Cámara de la Construcción, quien confirmó a Ámbito que a los 6.000 trabajadores desocupados de enero se les sumaron unos 2.000 más, hasta ahora.

En Chaco, el secretario general de la UOCRA, Ariel Ledesma, describió como grave la situación porque ya hay 10.000 desempleados de la construcción desde que asumió el presidente Milei y solo 2.500 se mantiene activos. Detalló que desde diciembre está paralizada la megaobra del Segundo Acueducto, esencial para la región, que está a un 10% de su finalización.

En Tucumán la obra pública, que es financiada en un 90% por la Nación, casi ni se mueve, aunque los obradores más chicos ya han cerrado. Hasta el momento, según David Acosta, secretario general de la UOCRA local, ya hay 3.500 desempleados en el sector, una cifra que tiende a crecer.

La construcción “en declive”

En una declaraciones a distintos medios, Gerardo Martínez, secretario general de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), el año pasado se produjo el pico de mano de obra ocupada, con alrededor de 440.000 trabajadores activos. “En diciembre comenzó el declive de la cantidad de puestos de trabajo. Primero fue del 11%, en enero pasó al 18% y en febrero fue 20%, es decir, fueron más de 80.000 trabajos perdidos”, detalló.

De acuerdo al dirigente, los 360.000 empleos continuaron bajando, aun cuando en las grandes obras se mantuvo en planta importante de trabajos pero bajo la figura de suspensiones, cuyos ceses serán a fines de este mes. “Estos 80.000 despedidos están estrechamente relacionados con ocupados en las obras públicas, dado que históricamente alrededor del 25% de los empleos están vinculados con el financiamiento del sector público central y de las provincias”, señaló.

Según Martínez, las provincias más afectadas son Chaco, Chubut, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, La Rioja, San Luis y Santiago del Estero, distritos muy dependiente de la construcción de viviendas sociales y otras obras públicas son las más afectadas. En contrapartida, CABA, Mendoza, Santa Fe, Córdoba y Tucumán, son jurisdicciones en las que las obras privadas tienen más relevancia, por lo que el impacto del desempleo es menor, explicó.

Industria textil en caída

En los rubros del calzado y el textil la pérdida del poder adquisitivo está haciendo estragos. Por la caída de las ventas, de acuerdo a la propia empresa, la firma Topper (exAlpargatas), ubicada en el sur de Tucumán, que migró de la industria textil al calzado e indumentaria, cesó 117 contratos en las últimas semanas.

Se trata de jóvenes que, en la mayoría de los casos, no llegaban a los tres años de antigüedad. Según Jorge Fugaracho, delegado de la Unión Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina (UTICRA), en diálogo con Ámbito, quedan en la planta 948 trabajadores y la situación podría agravarse si la crisis económica se profundiza.

También en los últimos días la firma textil TN&Platex, que tiene dos plantas en Alderetes, en el este tucumano, despidió a 22 empleados; mientras que la empresa Santista Argentina (ex Grafa), con sede en Famaillá, ya tiene telares parados y en breve pondrá en marcha un sistema de suspensión quincenal de trabajadores que cobrarán el 75% de sus sueldos, para tratar de evitar los despidos.

En Santiago del Estero, la firma de capitales brasileños Coteminas, que tiene su planta en la ciudad de La Banda, en donde fabrica sábanas y toallas, comunicó a fines de febrero a 41 trabajadores que prescindía de sus servicios. Fue confirmado por el secretario general de la seccional local de la Asociación Obrera Textil (AOT), Mario Díaz.

La decisión se sumó a lo ya adoptado por la firma en los últimos días del año pasado, cuando tomó una medida similar con 63 empleados.

La Rioja cuenta desde hace 20 años con un parque industrial que alberga a alrededor de 35 firmas, mayoritariamente de las industrias textil y de calzado, en las que trabajan cerca de 2.500 empleados. Entre fines de febrero e inicio de marzo, de acuerdo al delegado en esta provincia de la Federación Obrera de la Industria del Vestido y Afines (FONIVA), Gustavo Castro, hubo 46 despidos en el parque industrial.

Precisó que las desafectaciones fueron en varias marcas pero todas del rubro de la confección de ropas. Anticipó que para tratar de neutralizar nuevos despidos, algunas firmas analizan la reducción de un día de trabajo.

Por información a la que accedió Ámbito, la empresa Apaclad, tras negociaciones por fuera de la Secretaría de Trabajo local, activará un sistema de suspensión para 200 empleados que consistirá en que una mitad prestará servicios durante una quincena y el otro 50% en la siguiente. El empleado percibirá el 75% de su sueldo, más una cifra no remunerativa. A este escenario se le sumó que la fábrica Puma, única en su tipo en el país, desvinculó a 20 empleados.

Compartir