Debido a sucesión de casos de muerte de jóvenes cuyas edades promedian entre 18 y 21 años, la legisladora Justicialista se expresó preocupada por los elevados índices que se registran en esta parte del país: “Repasando las cifras y estadísticas de los especialistas, nuestra provincia es una de las que posee índices alarmantes”, lamentó Ayala.

    Recordó que si bien “Argentina ha experimentado en los últimos años una modificación de sus patrones de suicidio: la tasa ha aumentado significativamente para la población joven comprendida entre los 15 y los 24 años, mientras que ha disminuido entre los mayores de 55 que históricamente ha sido la franja etaria más propensa”, afirmó.

    Ayala también alertó que según informes de expertos en la temática “el suicidio se encuentra entre las principales causas de muerte entre la población joven argentina. Se ha convertido en la segunda causa de defunción en  adolescentes de 10 a 19 años a nivel nacional, y en el grupo entre 15 a 19 años se observa una mortalidad más elevada, incluso superior a la registrada en la población total”.

    Por otro lado detalló que en este flagelo “no hay diferencias de género entre los 10 y 14 años, pero a partir de los 15 años los varones triplican la cantidad de casos en relación con las mujeres”.

    La legisladora precisó que la “tasa de mortalidad, el Chaco está por encima de la media nacional, pero en la región NEA-NOA se ubica detrás de Formosa, Jujuy o Salta”.

    En relación a las cifras que advierten “una pandemia silenciosa también, son inciertas porque los intentos de suicidios a veces no llegan a la consulta o atención médica por lo que no impacta en las estadísticas, pero de acuerdo a los estándares internacionales, la relación entre intento y consumación es de 20 a 1, lo que significa que por cada muerte por suicidio hay 20 intentos”.

    Una estrategia integral

    Ayala elabora un proyecto de ley a fin de “fomentar entornos protectores como estrategia central de las políticas destinadas a adolescentes”. La legisladora remarcó que las políticas preventivas de suicidio deben sumar a organismos del Estado, actores sociales, como clubes, escuelas, bibliotecas, instituciones diversas para una adecuada red de contención y atención de los primeros síntomas que pueden detectarse con el apoyo de equipos interdisciplinarios. “Es importante tener la colaboración de la familia y ayudarla también para saber dónde y cómo actuar”.

    La diputada Justicialista sostuvo que “el pleno desarrollo de un adolescente no debería depender del hogar donde nace, por eso es necesario promover políticas públicas que contribuyan al desarrollo integral de los y las adolescentes en Argentina, específicamente para garantizar sus derechos, como lo pide Unicef”.

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