Sin pausa y horarios, los contratistas y productores reemplazan maquinistas para que descansen una horas y que Ias cosechadoras no paren en la pelea para cosechar toda Ia soja que se pueda, en esta ventana que dio el clima, graficó el ingeniero Gabriel Soneira, ante el grave cuadro de situación que se presenta en toda Ia zona, “por la falta de piso y las cosechadoras se entierran”.

    “Desde abril, que empezó este fenómeno metereológico y que fue destruyendo el excelente trabajo realizado por los productores que esperaban resultados muy buenos a cosecha, todos los técnicos, empleados de las acopiadoras y agroquímicas de Ia zona del Sudoeste, salimos a acompañarlos para buscar la forma de levantar estas más de 500.000 hectáreas de soja que quedan en los campos”, relató Soneira,.

    “El hectárea por hectárea, el día a día, es una constante y todos trabajamos solidariamente para rescatar y sacar las máquinas que se entierran en los campos”, indicó el ingeniero; y planteó que “este quiebre productivo, de afectaciones de suelos y pérdidas económicas, aún no se tiene la dimensión en su totalidad”.

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