Según el político misionero, la inestabilidad política y económica que generó el amplio triunfo del Frente de Todos volvió a poner en discusión la utilidad de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), porque “es una exigencia constitucional que las leyes deben cumplir con el principio de razonabilidad”, argumentó el legislador.

    Si bien no es la primera vez que se cuestiona la existencia de las PASO, la crisis política que atraviesa el presidente Mauricio Macri pone en duda la gobernabilidad de cara al 27 de octubre, día en que se elegirá un nuevo jefe para el Poder Ejecutivo. Según reza el proyecto de Closs, “el título II de la Ley 26.571 debe ser derogado, pues ha devenido irrazonable, entrando en contradicción con la Constitución Nacional”.

    “Nunca estuve de acuerdo con la implementación de una virtual tercera vuelta electoral (por el carácter simultáneo y obligatorio de las primarias en la versión argentina) y la experiencia desde su implementación no refleja que los partidos políticos diriman su interna en ellas. De lo cual se desprende, la desnaturalización del sistema previsto en la Reforma Constitucional de 1994 y la falta de razonabilidad de la norma en cuestión”, argumentó en el proyecto.

    En ese sentido, el exgobernador misionero reclamó que “las leyes deben cumplir con el principio de razonabilidad”. “Todas las leyes persiguen fines, y para ello implementan medios o mecanismos que deben ser idóneos para alcanzarlos. De la experiencia podemos concluir que del sistema electoral previsto en la Ley 26.571, las P.A.S.O., no resultaron ser un mecanismo razonable para garantizar la democratización de los partidos políticos y devinieron en un elemento de inestabilidad política imprevisto”, argumentó

    “Los resultados que se observan en la implementación, exceden el marco del espíritu del legislador al crear el mecanismo electoral, que buscaba democratizar la selección de candidatos, cuando en la práctica en la mayor parte de los partidos van a las primarias con candidatos únicos, perdiendo razonabilidad. Asimismo, transgrede los principios constitucionales plasmados en la Reforma de 1994, que definió un sistema electoral directo, de doble vuelta, en un plazo de 30 días. Evidentemente no estaba en el espíritu del legislador incorporar un elemento de inestabilidad al sistema político argentino, sino más bien, todo lo contrario”, concluyó.

    El Gobierno nacional había hecho su intento el pasado martes 25 de junio en el Congreso, con la presentación de un proyecto de ley que buscaba suspender la realización de las elecciones del 11 de agosto en los distritos donde se presentaban listas únicas. Sin embargo, pese al apoyo de los legisladores oficialistas, no se llegó a un acuerdo con la oposición.

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