“Hemos presentado una resolución manifestando repudio por el crimen de ML, joven wichi de 16 años cuyo cuerpo fue encontrado en el patio de una finca en Miraflores”, expresó cuando pidió la palabra como cuestión previa.
Recordó: “En esta Legislatura hemos declarado la emergencia por violencia de género, indispensable para un flagelo social sin embargo un nuevo hecho nos alarma, se repite que las mujeres, tanto las de la comunidad, son discriminadas de los indices, de lo ocho femicidios, tres fueron de mujeres indígenas”, reclamó.
Mencionó el caso de Juana Gómez, de Quitilipi, “asesinada en 2013 luego de ser violada”; también de Natalia Flores en Fontana y Dominga Arias, wichi, “también violada antes de asesinada”.
Comprometió el rol que les cabe como representantes de la comunidad para “las mujeres que no tienen la oportunidad de poder hablar” y pidió justicia por la niña wichi, “me comuniqué con el hermano. En esta situación los medios de comunicación deben ser más reservados en todo sentido, hay que pedir justicia por la niña”.
“No es la primera vez que pido que la justicia actúe rápidamente en estos casos. Dónde está la justicia? Es una situación que amerita a que reflexionemos”, manifestó la diputada y concluyó: “Queremos que se aplique la emergencia por violencia de género. Queremos justicia, también por la mujer asesinada por su propio marido, embarazada, en La Leonesa”.
Los fundamentos de la iniciativa
El proyecto de resolución 3377 manifiesta repudio e indignación por el crimen de M.M.M, la adolescente que se había ausentado el 12 de agosto de su domicilio, pero recién este pasado lunes 19 fue encontrada muerta y enterrada en el patio de una finca de Miraflores, en un hecho que conmociono a los vecinos de esta localidad. Previo a ello la policía informo que se logró la aprehensión del presunto autor del hecho, quien se hallaba escondido en un paraje distante a 50 kilómetros de Miraflores.
En sus fundamentos, sostiene que “el femicidio es la expresión más fuerte de la violencia de género, pero es la expresión última. Las mujeres indígenas del interior y acá en Resistencia, no se acercan hacer las denuncias o no tiene la recepción que se espera en las comisarias, encuentran demasiadas barreras para acceder a la justicia”.
“Señores hoy tenemos que hablar de femicidios indígenas, y este es un concepto que señala otra categoría de crímenes contra las mujeres, pero a diferencia del femicidio, este encierra no solo la violencia machista que anida en una sociedad patriarcal, sino que además aparece la violencia racial, institucionalizada”, sostuvo.
Un informe reciente del Observatorio de igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la Cepal, señala que la distinción urbano rural sigue siendo un marcador de desigualdad en la región, en especial dadas las grandes diferencia que persisten en cuanto a la oferta de servicios básicos de educación , salud y empleo que afectan negativamente a las poblaciones rurales en general y a las mujeres indígenas en particular, miles de mujeres originarias sufren las múltiples discriminaciones por el solo hecho de ser mujer, pobres e indígenas.
Denunció que “es indudable el atropello que padecen las mujeres indígenas, hay numerosos obstáculos para acceder a la justicia. Muchos casos quedan ocultos, nadie quiere destapar la situación que padecen nuestras mujeres indígenas, las cuales muchos casos quedan sin justicia e impunes”, y pidió el acompañamiento de sus pares.