El Bono de Fin de Año a beneficiarios de la seguridad social que impulsó el gobierno nacional y tuvo su primer fecha del pago el pasado viernes 27, significa una erogación menor de lo que significó al país un día de fuga de divisas de la reserva del Banco Central del gobierno de Macri.
La primera etapa de la medida tomada por el gobierno del Frente de Todos, significó una erogación de alrededor de $27.000 millones de pesos, lo que equivale a unos USD 430 millones de dólares, cantidad de divisas que podría significar el equivalente a lo que el Banco Central vendió de la Reserva Federal, en muchos de los días de la gestión de Macri, para atender la demanda creciente de dólares de quienes se beneficiaban con la “timba financiera”, fruto de la especulación permitida por la normativa que dictó el gobierno de Cambiemos.
El “Bono de fin de año” tiene dos etapas y dos grandes grupos de beneficiarios, el pago de diciembre y de enero que reciben más de 4,5 millones de jubiladxs y pensionadxs, y el pago que reciben en diciembre los 2,2 millones de “hijos” beneficiarios de la Asignación Universal por hijo y embarazo. Los primeros reciben un valor que en la mayoría de los casos alcanza los $5.000 pesos para cada uno de los dos pagos mensuales. Los beneficiarios de AUH reciben por única vez $2.o00 pesos por hijo y hasta el 5to. inclusive.
Esta masa de recursos, que para toda la medida alcanza un desembolso del Gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, de alrededor de los $47.000 millones de pesos, equivalente a unos USD 740 millones de dólares, tuvo un fuerte y positivo impacto en el consumo nacional, lo que impacta directamente en la recuperación de la actividad económica, la que se había visto afectada por la pérdida del poder de compra del pueblo argentino. Situación rescatada hoy por los sectores del comercio especialmente, además de las beneficiarias y los beneficiarios directos, los que son alrededor de 8.5 millones de personas.
Fuga de divisas, especulación financiera y deuda externa
Una de las características de nefasto gobierno de Macri, fue el aumento de más del 200% de la Deuda Externa Argentina, la que se ve incrementada en más de USD 100.000 millones de dólares, billetes que en su gran mayoría fueron a parar a los bancos y casas de cambio para sostener la “desregulación cambiaria” que aplicó Macri y aplaudió el FMI.
Estas reglas cambiarias que aplicaron cuando sacaron el mal llamado “cepo”, del gobierno de Cristina F. de Kierchner, han permitido la libre salida de dólares del país, sin dar ninguna explicación sobre su origen. Por lo que las ganancias especulativas del sistema financiero, podían decidir cuándo entrar y salir de la plaza, algo que es cada vez es más rechazado por las naciones, ante el fuerte daño que provocan estas reglas en las economías de los países.
La fuga de estas ganancias especulativas, fueron limando las Reservas, ya que el Banco Central tenía que salir a atender la demanda de mayores divisas. La fuga de dólares durante el Gobierno de Mauricio Macri, supera los $87.000 millones de dólares, la que se exterioriza en operaciones diarias que realiza el “Central” en el mercado cambiario, las que han alcanzado valores que superan los $1.400 millones de dólares en el día.
Sólo el 22 de octubre entregamos USD 570 millones. En abril del 2018 se dieron tres jornadas que son muy recordadas en el microclima de los bancos, las 25, 26 y 27, las que vimos pasar USD 1471, UDS853 y USD 1382 millones de dólares respectivamente y para cada uno de los días.
Podríamos dar el Bono varias veces al mes con lo que se fugaron
Si observamos el cuadro expuesto y tenemos en cuenta que el 27 de diciembre pasado, se desembolsaron alrededor de USD 430 millones de dólares para casi 8,5 millones de personas, podemos ver que varios “Bonos” mensuales pudieron haberse asignado, con los más de USD 5.900 millones que se fugaron en agosto del corriente año, o con los USD 4.125 del mes de octubre del 2019.