Las legisladoras entienden que la odontología se trata de la profesión con más exposición vulnerable al virus Covid-19. La iniciativa persigue que se aseguren las condiciones mínimas éticas para llevar los protocolos necesarios a los consultorios y poder dar, adecuadamente, salud a la población.
También junto a la emergencia sanitaria conlleva beneficios tales como tener en cuenta la Bioseguridad que hoy no está contemplada en más del 90% de las Obras Sociales o Prepagas, procurando así evitar la dispersión del Covid-19 y obtener una buena calidad de atención y/o servicio al paciente.
En los fundamentos del proyecto, sostienen que “varios estudios han sugerido que el COVID-19 puede estar en el aire a través de aerosoles formados durante procedimientos médicos.”
“Los tratamientos dentales a menudo implican procedimientos quirúrgicos en los que se usan jeringas de aire o agua, turbinas de alta velocidad, micromotores y raspadores ultrasónicos. Estos dispositivos producen aerosoles que contienen agentes potencialmente infecciosos, como aquellos encontrados en la sangre, la saliva y la cavidad oral del paciente”, afirman.
Explican que “la sangre y saliva del paciente se propagan como aerosoles y gotas durante los tratamientos dentales y se consideran fuentes potenciales de contaminación cruzada, teniendo el potencial de causar infecciones microbianas no solo en pacientes sino también en el personal de la clínica dental.”
“Los aerosoles y las salpicaduras contaminantes también pueden extenderse a las superficies de herramientas y equipos y al entorno general de la clínica dental”, subrayan.
“Se recomienda que los dentistas e higienistas dentales usen protección personal equipo (PPE) como máscaras, guantes, gafas y batas para protegerse ellos mismos de la exposición a los aerosoles infecciosos y las salpicaduras que contienen saliva y sangre del paciente”.
Otro de los puntos, plantea que “la distancia de propagación del aerosol, las salpicaduras y los niveles de contaminación que ocurren durante el tratamiento dental son siempre temas de gran preocupación.”
“Tenemos como precedente de este reclamo a nivel nacional al Grupo Independiente de
Odontólogos, solicitan la declaración de la misma como profesión riesgosa y en emergencia: Un colectivo nacional de profesionales de la salud auto convocados quiere hacer visible su problemática porque expresan que las autoridades y quien dicen representarlos no toman cartas en el asunto.
Se trata de la Unión Nacional de Odontólogos Argentina (U.N.O), que nuclea 14 provincias, los 10 distritos colegiados de Buenos Aires y CABA.Quieren declarar a la Odontología como profesión de Riesgo a nivel nacional. Ya hay precedentes en Tucumán pero nada en Buenos Aires y el resto.
“Esto conllevaría junto a la emergencia sanitaria a muchos beneficios, uno de ellos es tener en cuenta la Bioseguridad que hoy no está contemplada en más del 90% de las Obras Sociales/ Prepagas, no procurando así evitar la dispersión del Covid-19 ni tampoco una buena calidad de atención/servicio al afiliado”.
“Los más de 60.000 odontólogos del país piden lo mismo, que al ser la profesión con más exposición y vulnerables al virus Covid-19, se aseguren las condiciones mínimas éticas para llevar los protocolos necesarios a los consultorios y poder dar, adecuadamente, salud a la población”, concluyen en el proyecto.