“Se sufre todos los días”, la expresión de un comerciante de la Galería Alberdi

Desolador, el panorama que describieron comerciantes de la Galería Alberdi, a un año de pandemia, afrontando una brutal crisis económica y restricciones en la circulación. "Hoy, la mayoría de los que atendemos somos los dueños del local. Los que tenían empleados ya se fueron hace rato, es insostenible”, sostuvieron.

Carlos Azula, propietario en un local de la Galería Alberdi.

El móvil de CIUDAD TV recorrió este viernes locales de la Galería Alberdi de Resistencia, y dialogó con varios comerciantes que reflejaron el escenario recesivo de su actividad, en contexto de pandemia. “El panorama es bastante complicado para todos, hay locales cerrados”, aseguró Osvaldo Peres, propietario de Cassettería Carlos Gardel, hace 46 años con su local en la galería. “Nuestro rubro es particular, la gente todavía trata de darse un gusto, volvieron a salir los LP, aún tenemos cassettes, accesorios, instrumentos musicales”, reconoció y también con ello la reconversión que les demandó el cambio en la circulación de las personas en torno a la situación sanitaria.

Osvaldo Peres, dueño de la cassettería Carlos Gardel.

Aun así, aseguró que “todos pasamos por esta situación. Ver locales cerrados es una presión, se siente, te contagio la situación”. “Pienso mucho en eso, fui empleado también y valoro mucho a la gente. También a los clientes que apoyan siempre, no dejo de agradecer nunca a la gente”, expresó.

Se refirió al perjuicio que les ocasiona el hecho de alejar las paradas de colectivos del casco céntrico. “Acá paraban todos los colectivos. Esto es algo que nos jugó muy en contra a todos”, reparó.

“Se complica cada vez más”, sostuvo, por su parte, Carlos Azula, propietario de otra firma con 30 años en la galería Alberdi. No obstante, el hombre aseguró que “el declive viene hace por lo menos ocho años, cada vez más pronunciado. Ahora, con más fuerza”. Ya teníamos problemas graves hace cuatro años atrás, pero ahora la gente no viene al centro, no hay colectivos. Antes eran los cortes de calle, siempre hubo trabas para el comercio”.

“Hoy, la mayoría de los que atendemos somos los dueños del local. Los que tenían empleados ya se fueron hace rato, es insostenible”, graficó.

“Siempre la peor es la última, pero esto es grave. En cinco meses cerrados solo generamos deudas y cuando se abrió la persiana tuvieron que irse muchos, tampoco se trabajaba porque no había gente”, aseguró.

“La vamos llevando”, dijo el hombre para concluir y añadió, conmovido: “Vamos haciendo magia, acomodando números. Se sufre, se sufre todos los días”.

 

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