El ingeniero en Recursos Hídricos, Hugo Rohrmann, dialogó con el móvil de exteriores de CIUDAD TV sobre la bajante del río Paraná y las previsiones a futuro al respecto del fenómeno histórico. Habló de una situación “muy crítica”, frente a perspectivas de lluvias negativas, lo que hace prever que no habrá “ningún tipo de recuperación”, al menos hasta octubre o noviembre, temporada de lluvias.
“El Paraná transita, por segundo año consecutivo, una bajante extraordinaria. Ahora está medio metro más bajo que los mínimos valores de 2020″, reiteró el ingeniero Rohrmann. Dijo que se compara con la bajante más grande del río Paraná en los 120 años de medición, en 1944, cuando tuvo un metro menos que lo que tiene ahora, “el río entró a recuperarse en noviembre, con lo cual están faltando tres o cuatro meses para que eso suceda, si las precipitaciones son importantes porque las cuencas están muy secas y los embalses muy vacíos”, apuntó.
También comentó que las dos grandes represas, Itaipú y Yacyretá se encuentran trabajando “a menos de la mitad de su capacidad porque no tienen más agua, están trabajando algunas turbinas. Y si esto se prolonga, cada uno de estos impactos negativos va a ir en aumento. Esa es la gran preocupación que están teniendo los gobiernos de Argentina y de Brasil y, por supuesto, las provincias que viven a lo largo del río Paraná y Paraguay”.
En cuanto al río Paraguay, aseguró que “es mucho más lento que el Paraná” y que el año pasado, los valores mínimos en su altura se dieron recién en noviembre. “Ahora está bajando y las perspectivas también dicen que va a seguir bajando. Por lo tanto, aparecen condicionantes que pueden agravar esa situación”.
“Octubre es el inicio de la temporada de lluvias y veremos si hay un cambio significativo como para que esta gran bajante pueda tener fin”, apuntó.
Informó que ya hay estados en Brasil que llevan un año racionando el agua. “De acuerdo a los niveles de almacenamiento entregan algunas horas y otras no. Distintas localidades y ciudades, desde Corrientes hasta Puerto Iguazú, han tenido y tienen problemas de alimentación de agua. Si esta situación se agrava, si el río baja medio metro más o un metro, evidentemente va a haber complicaciones”.
Desde su punto de vista, “la bajante del año pasado es la que nos tiene que haber anunciado todas las medidas necesarias para poder estar a salvaguardo de este tipo de situaciones. Y vemos, en las provincias y en Nación, que están tratando de salir ahora a resolver el problema”. “Cuando se sale en emergencia a la carrera, siempre es más caro”.
