“Cuando la Argentina empiece un proceso de recuperación, de crecimiento de la economía, de mejoramiento del salario y del ingreso de las familias, y obviamente la estabilidad monetaria desde el punto de vista inflacionario, ahí vamos a ir bajando los índices; si no, obviamente, los niveles de intervención que podamos tener nosotros es poco significativo”, reflexionó Capitanich este viernes, al ser consultado sobre los nuevos datos de pobreza e indigencia en el Gran Resistencia difundidos ayer por el INDEC.
El gobernador del Chaco remarcó que “Resistencia tiene un problema macroestructural de pobreza que arrastra ya la década del ‘90 y antes, inclusive. Pero la pobreza por ingresos está fuertemente incidida por el aumento de precios, sobre todo de alimentos, el ingreso promedio y la formalidad o informalidad laboral”.
En ese contexto, el mandatario chaqueño aseguró que “hacemos el máximo esfuerzo para inducir a la reducción de la informalidad laboral, a promover el empleo, a estimular el desarrollo productivo, pero hay variables exógenas o no controlables, como por ejemplo el tema de precios, que nos afectan severamente”. En ese sentido, admitió que “ése es un gran problema en la Argentina, gran asignatura pendiente. Eso significa redistribución de ingresos, perspectivas de estabilidad macroeconómica y crecimiento. Así que es un problema y lo tenemos que admitir con las dificultades que esto tiene para solucionar”.
