El Parlamento chaqueño sancionó de manera unánime la ley que eximirá del pago de impuestos por energía eléctrica y agua potable a los espacios constituidos como salas de teatros o centros culturales que se encuentren registrados así en el Instituto de Cultura de la Provincia.
La iniciativa había sido presentada en marzo de este año por los diputados Gladis Cristaldo, Hugo Sager y Nicolás Slimel, en razón de la crítica situación que en este sector particular desató la pandemia y recrudeció en los primeros meses de este año cuando debieron volver a cerrar sus puertas debido a una segunda ola de covid-19.
Este miércoles, en el Recinto, el diputado justicialista Nicolás Slimel comentó durante la sesión los pormenores de la reunión mantenida con la entonces presidenta del instituto de Cultura, Mariela Quirós, y hacedores culturales de toda la provincia que plantearon su preocupación por el complejo escenario económico.
En los fundamentos, el proyecto que finalmente se votó de forma unánime en esta sesión, se recalca que, si bien el Estado, “desde el inicio de la pandemia buscó paliar de manera provisional los inconvenientes que tuvieron los espacios teatrales, es necesario implementar soluciones permanentes que sostienen al teatro como tal; no sólo por su función social y de contención que atraviesa todos los espectros sociales, sino por su valor cultural”. Recuerda además que la provincia declaró a la actividad teatral, Patrimonio Cultural Inmaterial (Ley Nro. 2957-E) en el marco de la Ley l400-E (antes Ley 5556).
“Es objeto de esta iniciativa, otorgar una exención parcial permanente sobre esos conceptos, que permita a las entidades y organizaciones que llevan adelante las tareas artísticas oxigenar su situación financiera y focalizar las inversiones en bienes de capital y pago de salarios del sector trabajador que coadyuva en cada una de las presentaciones, dado que no sólo se centra la misma en la actividad del actor o músico; sino que detrás de cada presentación trabajan un sinfín de iluminadores, electricistas, diseñadores, carpinteros, pintores y demás oficios que resultan insustituibles a la hora de poner en marcha una actividad cultural”, señala el proyecto.