El ingeniero hídrico Hugo Rorhmann se refirió en CIUDAD TV al fenómeno de La Niña, tal como se conoce al enfriamiento de las aguas en el Pacífico, a la altura del Ecuador, “la mayor superficie evaporante del planeta” y a la extensión por la que avizoran podría concluir recién en el mes de mayo.

Explicó que define, en líneas generales, “muchas de las precipitaciones que se dan en América y en otras partes del mundo”. “Cuando ocurre que las aguas están por debajo de la temperatura normal, la temperatura está mostrando una anomalía negativa y a eso se conoce como fenómeno de La Niña que implica menor evaporación, menor humedad, menor precipitación. Y eso es lo que ocurrió desde diciembre hasta febrero. En estos tres meses, en el medio de la temporada de lluvias lo hizo muy poco y uno de los factores fue este fenómeno”, aseguró.

Señaló que, si bien se espera que La Niña se extienda hasta el mes de mayo, cuando empezaría a normalizarse la temperatura en esa parte del Pacífico y, por lo tanto, también los valores de precipitaciones; no será condicionante para que eso ocurra en esta zona del país “inserta en la sequía general que está teniendo la cuenca del Paraná que, hace dos años y medio está totalmente deprimido. Y hace caso tres años hay una sequía general en el corazón de generación de caudales del Paraná, sur de Brasil, Iguazú, zona de Misiones, que entorpece la generación de lluvias en todas las zonas marginales como Chaco o Santiago del Estero en ese contexto de la sequía del Paraná”.

“La Niña se agrega como factor, pero la sequía en el Paraná viene de hace dos años”, aclaró.

Recalcó que para que se revierta esa situación, “lo que debería ocurrir en la cuenca del Paraná es que las lluvias sean superiores a la normal. Y, hasta ahora, tanto el servicio meteorológico argentino como el brasileño para esta zona siguen dando, para los próximos tres meses, valores con precipitaciones por debajo”, sostuvo.

 

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