La querella de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner presentó el pedido de recusación contra la jueza federal María Eugenia Capuchetti, que instruye en la causa que se sigue por el intento de asesinato que sufrió el pasado 1 de septiembre, fundado en las “irregularidades y arbitrariedades” que la magistrada cometió “desde el primer día, cuando se borró el celular de (Fernando André) Sabag Montiel”, el hombre que ese día le apuntó una pistola sobre su cabeza.
A través de su cuenta de Twitter, Fernández de Kirchner confirmó la presentación realizada hoy por sus abogados y compartió el escrito en el que detallaron las anomalías que consideraron fueron cometidas en el marco de la investigación.
Qué dijeron los abogados de Cristina
“Un sinfín de actitudes de la magistrada que no nos dejan otra alternativa que recusarla”, sostuvieron los abogados José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal en el texto que presentaron este mediodía y que deberá ser respondido, en primera instancia, por la propia jueza.
“Esta querella detectó actuaciones, como mínimo, negligentes por parte de la jueza desde, literalmente, el primer día de investigación. Estas situaciones ya hubieran sido suficientes para que la instrucción fuese remitida a otro juez”, sostuvieron los abogados que representan a la Vicepresidenta en la causa en la que se investiga el intento de magnicidio.
Los letrados distribuyeron el escrito en subtítulos a partir de los cuales fueron enumerando una serie de “errores” que les hicieron perder la confianza en la imparcialidad de la magistrada.
Entre ellos se destacan la pérdida de información del teléfono del agresor Fernando André Sabag Montiel y las demoras en la detención de sus supuestos cómplices Brenda Uliarte (procesada como coautora) y Nicolás Carrizo (procesado como partícipe secundario).
Los abogados de la vicepresidenta también cuestionaron la firma en la que la magistrada abordó la pista que conducía a un dirigente de la Nueva Centro Derecha (Hernán Carrol) a quien Sabag Montiel, mediante una carta escrita desde su lugar de detención, había designado para que le nombrara un abogado; y también por el manejo de la línea de investigación en la que surgió el nombre del diputado nacional Gerardo Milman.
“La decisión fue confiar en la imparcialidad de la Dra. Capuchetti y en que las falencias de la pesquisa fueran solo errores. A casi dos meses y medio del atentado, una serie de resoluciones netamente arbitrarias y la total parálisis investigativa nos han convencido de una manifiesta parcialidad contra esta parte”, sostuvieron los abogados en el escrito.