En un comunicado de prensa, la fundación de Resistencia denunció que en los últimos cuatro meses fueron víctimas de más de 50 robos, incluyendo boquetes y daños graves a las instalaciones, lo que resulta en la pérdida de alimentos y recursos, además de “un daño emocional y físico irreparable a quienes formamos parte de esta institución”.

    “Como fundación sin fines de lucro, ni políticos, ni religiosos, recuperamos alimentos que, por diversas razones, no son aptos para la venta (próximos a vencer, embalaje roto etc) pero sí para el consumo, y los distribuimos entre 125 entidades que asisten a miles de personas”, remarcaron.

    Señalaron que, gracias a ese trabajo, se entregan más de 50.000 kilos de comida por mes, cumpliendo un rol clave en la lucha contra el hambre en Resistencia.

    “Sin embargo, esta ola de inseguridad no solo nos está agotando emocionalmente, sino que también nos impide sostener las operaciones”, sostuvieron.

    “Estamos enfrentando riesgos enormes de cerrar nuestras puertas, un hecho que afectaría directamente a quienes dependen de nuestra ayuda para llevar un plato de comida a sus mesas”, afirmaron.

    “Hacemos un llamado urgente a las autoridades y a toda la comunidad para que nos apoyen. Necesitamos medidas concretas que garanticen nuestra seguridad y nos permitan seguir trabajando en esta causa vital. No queremos bajar los brazos, pero no podemos continuar solos”.

    El Banco de Alimentos de Resistencia es el resultado del esfuerzo y la solidaridad de muchas personas comprometidas con el bienestar de quienes más lo necesitan, sostuvieron y manifestaron que “hoy más que nunca, necesitamos que esa solidaridad se haga presente para salvar esta institución que tanto aporta a nuestra comunidad”.

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