Tras la suba del dólar agro de $300 a $340, más el impuesto PAIS a las importaciones de bienes y servicios, las primeras estimaciones señalaron que el impacto de esas medidas en la inflación de agosto sería de 2 puntos. Ahora, con julio ya cerrado, la consultora C&T calculó que solo el aumento de la carne le agregará 2 puntos al IPC del octavo mes del año.
Para el dato de julio, el grueso de los analistas privados corrigió sus proyecciones a 7,1% y en agosto ya se calcula un IPC de entre 7,5% y 8%, una aceleración que corta con la calma de junio.
Por su parte, Aurum Valores afirmó que “los precios de la carne vacuna van a aportar (según los valores hasta ahora) cerca de 1,5 puntos en el IPC de agosto”. De hecho, revelaron que, desde el 21 de julio, dos días antes de que se anunciaran las medidas, al 1 de agosto hubo una variación de 34% en el precio promedio de las vacas: 22% en vaquillonas, 26% en novillos, 24% novillitos.
“En el mercado de Liniers el precio promedio aumentó 20% en los últimos días. Si eso se pasa pleno a los precios finales, te da más o menos 2 puntos de inflación”, explicó C&T y remarcó que “las otras medidas tienen otro impacto” y que es “más difícil de calcular”, en referencia a que la suba de la carne fue motorizada por el precio del maíz y que el impuesto a las importaciones generará un impacto extra.
Inflación de agosto y precio de la carne
Al respecto, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, ya había admitido que “la carne vacuna tenía un retraso importante” en los precios. “Si lo comparás con la inflación, depende de la categoría, está entre un 40 y un 60% de atraso. Eso se va a reacomodar”, advirtió y aclaró que convocó a los productores para que no se traslade a los consumidores.
El dólar agro fue bien recibido por los productores de maíz y el Gobierno ya consiguió casi el 70% de los USD2.000 millones que buscaban recaudar en agosto. Sin embargo, esta medida tiene un efecto mayor en el mercado interno que lo que fue en su momento el dólar soja debido al traslado a precios, ya que el maíz es el principal insumo utilizado para la cría de animales, afectando rubros sensibles como carnes y derivados que en conjunto pesan más de 13% en el IPC Nacional.
El precio de la carne había arrancado el año presionando a los precios minoristas, pero la sequía revirtió esa tendencia: la producción de carne creció por un mayor ingreso de animales a faena ante un suelo más pobre y menos posibilidades de pastura.
Si bien Bahillo admitió la suba de precios, aseguró que todavía “hay una oferta importante” de carne: “Producto de la sequía, los productores tuvieron que liquidar y lo siguen haciendo. Todavía tenemos alrededor de un mes y medio de buen abastecimiento”.
