“No es la primera vez que lo manifiesto, ya en mi condición de ministro y de presidente de la Comisión Federal de Impuestos, donde acordábamos estos temas, el Impuesto a las Ganancias, mal denominado, recaía sobre la cuarta categoría designada para trabajadores en relación de dependencia y para jubilados. En este punto estaba la incongruencia si se quiere hasta filosófica de gravar el trabajo no tiene el mismo sentido que gravar ganancias en las empresas de utilidades”. “Partiendo de esta base conceptual, creo que la medida es buena”, ratificó.
No obstante, recalcó que una medida de esta índole en este contexto, “muy de tinte electoralista, le quita un poco de sabor a lo que creo que es correcto”.
“Esta medida se toma en un escenario de pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores y los jubilados muy fuerte, agravada por la devaluación del 14 de agosto cuyo pase a precio de ese 22% se estima que fue de más del 70%. Hubo un índice de inflación de 12.4%, el más alto de los últimos 32 años, donde la proyección y el pase a precio en productos de la canasta básica, salud, alimentos, fue del 15% al 16%”, analizó.
“Esta medida, como cualquiera que recomponga poder adquisitivo de los trabajadores está bien. Ataca un impuesto que conceptualmente no condice y la reducción impositiva también es un camino a la reducción del tamaño del Estado”, sostuvo.
Ocampo recordó que el año pasado, cuando Sergio Massa asume al frente de la cartera económica, planteó a un miembro de su equipo económico “la oportunidad de hacer una reducción impositiva, sea por Ganancias, por retribuciones, y reducir la presión fiscal”.
“Veníamos con mucha emisión monetaria, con una presión inflacionaria que había que ir descomprimiendo. era una buena oportunidad para desinflar un poco el Estado con una baja impositiva. Y se creaban dos condiciones: se sacaba presión fiscal al sector productivo o de trabajadores y muy probablemente eso se volcaría al consumo para activar el aparato productivo”.
“Es una medida que va en la dirección correcta y saca presión fiscal al trabajador. El momento es el que deja un poco una cuestión a analizar”, sostuvo.
Ganancias y coparticipación
Ocampo explicó que el Impuesto a Ganancias es el segundo de mayor recaudación de las arcas nacionales. Aclaró que el IVA no afecta a la coparticipación, pero sí el Impuesto a las Ganancias. “Se estima que el impacto de esta medida es de unos tres billones de pesos, de los cuales, por Ley de Coparticipación, el 56% va al conjunto de provincias. Y si vos aplicás el índice de Chaco te da una alarma de 83 millones para el año próximo. Es un tema”, afirmó.
Comentó que ya se está conversando sobre poder compensar con Impuesto al Cheque que “a partir del consenso fiscal no se coparticipa mas a las provincias”.
“Yo creo que no hay margen para subir impuestos, más bien creo que va a haber que reducir gastos o priorizar gastos. Algunos gastos que por ahí son improductivos en el Estado se pueden ordenar. Pero es una medida de alto impacto, tomada a unos 20 días de las elecciones donde sabemos que hay provincias que cambaron su signo oolíticos, donde cambia la composición del Congreso. Es una medida buena, aunque no creo que sea muy oportuna que es lo que está provocando este debate que se generó en torno a la misma en el día de ayer”, sostuvo.
Alta incertidumbre
Consultado sobre una proyección a futuro en materia económica, aseguró que “la situación es de alta incertidumbre”, hasta tanto conocer también el programa de gobierno de quien resulte electo en los comicios generales.
“Por el lado de La Libertad Avanza, sabemos que va a ir por una fuerte reducción del Estado. Por el lado de la Unión por la Patria, se está viendo esfuerzo por contener la situación, pero sin un programa integral, hay muchas dificultades, muchos cabos sueltos”, analizó.
En sí, sostuvo que ningunos de los espacios políticos “tienen mucho margen”.
“Son muchas cuestiones que están dispersas y que el plan económico tiene que juntarlas y plantear claramente cómo las va a llevar adelante. Hoy no tenemos eso sobre la mesa”, manifestó.
