La subsecretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, Graciela Cavana, se refirió al último encuentro mantenido entre las distintas áreas comprometidas con la problemática de las adicciones, reunión que fue encabezada por el gobernador Jorge Capitanich, la vicegobernadora Analía Rach Quiroga y la ministra de Desarrollo Social Pía Chiacchio Cavana, este miércoles. Destacó en ese contexto la participación “fundamental” de referentes de organizaciones sociales y familias “que atraviesan situaciones relativas al consumo de sustancias”.
“En ese marco, vimos propicia la oportunidad para dar a conocer algunas líneas de acción que se vienen desarrollando de manera conjunta entre el Ministerio de Desarrollo Social y las organizaciones sociales, a los fines de poder constituir debidamente las 36 asesorías comunitarias que tiene la cartera social, a través del programa Preventores Comunitarios en Adicciones, que venimos haciendo el seguimiento y acompañamiento de más de 1000 adolescentes y jóvenes que concurren por diferentes cuestiones, relativas al consumo de sustancias, tanto lícitas como ilícitas”, indicó la funcionaria.
También mencionó que el Centro Preventivo de Adicciones viene desarrollando acciones en territorio, tanto en la conformación de los acompañamientos a personas involucradas en adicciones y también a las familias. “Además, diferentes talleres en los que participan los chicos y las chicas a los fines de provocar estas alianzas que son de vidas en torno de los posegresos”, sostuvo.
Otra intervención, a través del programa Mirame, cuya finalidad es promover y proteger los derechos de las personas en situación de extrema vulnerabilidad social; tiene que ver con dos acciones: una de prevención y otra de restitución de los derechos de personas en situación de calle. “Es un porcentaje muy elevado, muy preocupante y se vinculan transversalmente problemáticas relativas al consumo de sustancias”, indicó.
“Los abordajes tiene que ser multidisciplinarios ya que el Ministerio de Desarrollo Social no puede llevar adelante cuestiones relativas al tratamiento. Por lo tanto, la prevención nos parece que es un eje articulador y que debe hacerse en territorio. Es por eso, que estas conformaciones de asesorías comunitarias son espacios que se encuentran en los barrios populares y en algunas localidades que revisten mayor nivel de conflictividad y que, justamente, son este puente de encuentro entre la institución que acompaña a muchas familias y las posibilidades del Estado de poderles dar respuestas”, afirmó.
Recalcó que el eje de la prevención “no es menor, lo venimos haciendo a través de diferentes programas”.
“La internación es el último de los recursos al que debemos apelar. Es por eso que nuestro trabajo se ejecuta en la prevención como opción territorial, pero además el acompañamiento a las familias porque estas cuestiones trascienden al sujeto e involucra a todas las familias. Además, de las derivaciones cuando se requiera tratamiento e internación”, precisó.
