El viernes, tras el atentado contra la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, una de las definiciones en la provincia fue del Ministerio de Educación que implementará durante una semana en las escuelas chaqueñas un intensivo trabajo sobre convivencia democrática.
“Ya tenemos en todos los niveles Formación Ética y Ciudadana durante todo el año, son contenidos que están incluidos en la currícula. Ocurre que este acontecimiento de consternación, de sorpresa, de dolor que ha provocado este intento fallido de asesinato a Cristina Fernández, nuestra Vicepresidenta, actualiza el tema de la convivencia y de los factores que impiden tener un trabajo de disenso y de debate en una vida democrática. Pero insisto, en un ambiente libre de violencia”, sostuvo este sábado el ministro de Educación Aldo Lineras, en una entrevista con CIUDAD TV.
“Decidimos convocar inmediatamente para el lunes a todos nuestros equipos para que armen una propuesta de trabajo destinada al Nivel Inicial, Primario y Secundario, invitando a hacerlo también al Nivel Superior. Y vamos a enviar una serie de propuesta de trabajo adecuado a cada Nivel para que se trabajen estos temas”, explicó.
“Estos temas hay que charlarlos, los niños y las niñas ven lo que sucede en su casa, en la realidad”, recalcó el ministro y aludió a una consulta propia de estudiantes del Nivel Primario: “¿Por qué no tenemos clases si esto pasó en Buenos Aires?. Lo dijo un nene de 2° grado y hay que poder explicarlo y enseñar por qué, por ejemplo, ayer tuvimos esta jornada destinada a reflexionar sobre la decisión del Presidente de declarar Feriado Nacional”.
“Tal vez sea interesante plantear cómo tomar medidas efectivas. A nivel de discurso lo venimos declarando, basta de odio. Pero el odio en el discurso se sigue incrementando. Y una de las limitaciones creo que es que no hemos encontrado medidas efectivas para frenar esto. Algunas herramientas están a nuestro alcance. La posibilidad de interactuar con gente que odia en las redes es una posibilidad inmediata. Y hay que dejar de hacer esto de retirarse de grupos a los que pertenecía porque pasó el límite de tolerar el humor con la irresponsabilidad”, dijo el ministro.
“Es habitual que en ciertos grupos uno vaya adecuándose a la diversidad de opiniones y a todas estas cosas que pensamos, pero hay gente que efectivamente sigue sembrando discursos de odio. Uno los invalida o los calla, pero hay que encontrar formas efectivas de parar los discursos de odio porque no todo es admisible, no todo se puede decir.
“Hay un libro de Hannah Arendt, dicho sea de paso que el Instituto de Lilita Carrió se llama Hannah Arendt y yo le recomendaría volver a leer La Banalidad del Mal. No se puede banalizar el mal. Y Hannah Arendt en ese libro hace el llamado a entender que algunas cosas no son banalizables, como esto de tomar naturalmente cosas atroces”, alertó.
“Ayer se hablaba del fallo de la pistola y ese límite hay que enseñar a marcar. No solamente en el discurso sino con acciones concretas”, reiteró.