De Paoli mencionó que, con la sanción de distintos decretos, durante 15 meses “el Poder Ejecutivo Nacional fue postergando un incremento en el precio de los impuestos internos. Y este componente, que es una fracción importante dentro del precio, en todo este tiempo acumuló un retraso de casi el 40%. Y este nuevo decreto, que empieza a regir a partir del 1° de octubre, va a empezar a recuperar ese camino de incrementos postergados y para eso, ya hay una serie de pautas de cada cuanto va a ocurrir y se van a ir acomodando un poco los precios de los combustibles en los próximos meses”.
Señaló un primer efecto del decreto, con entre un 3% y un 5% en los próximos días. “Y se espera que sea la oportunidad para seguir acomodando el precio de los combustibles internos en una misma proporción”.
Los impuestos a los que hace referencia se direccionan a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono y, por tanto, tienen sus efectos en el precio final de los combustibles.
“El pronóstico que tenemos de acá a fin de año es que va a seguir este sendero de precios reacomodándose. Es difícil pronosticar un número exacto de a cuánto va a llegar, pero todo lo que estamos viendo es un acontecimiento que tiene sus efectos internacionales también”, afirmó.
Consultado por el escenario en relación a la producción del gasoil, remarcó que “Argentina siempre es deficitario de gasoil. Lo que pasó este año es que, el hecho de tener que importar gasoil, como siempre se hizo, significo pagar a precios internacionales un producto pagando al doble de lo que le cuesta producir en el país. Esta es la distorsión que generó esa escasez de gasoil durante cuatro meses que la pasamos muy mal”, sostuvo.
Informó que, en los últimos tres meses, la demanda global de combustible se retrajo en un casi 5% a consecuencia de que los consumidores gastan en pesos. “Por más que el precio se incremente, la gente sigue gastando su presupuesto mensual en combustible en pesos y por eso estos números se reflejan de esa manera”, explicó.