López habló de una situación “muy difícil” y aseguró que “ya no hay consumo”. “Vamos a tratar de ajustarnos lo más posible y que el incremento no sea muy alto”, sostuvo.

Indicó que los precios que más se modificaron este mes son los de levaduras, “pero al aumentar los combustibles todos los demás insumos sufren modificaciones”.

“Creemos que un kilo de pan en nuestra provincia tiene que rondar entre $300 y $380. Depende de la panadería, si es más industrializada o más artesanal”, consideró.

“La gente ya lo toma como habitual, pero nuestra situación es muy crítica. no estamos acostumbrados a tener que estar aumentando mes a mes. Para eso analizaremos los costos, para saber de qué manera impactaron estos últimos incrementos y si todavía estamos en condiciones de aguantarlo. Sabemos que no hay poder adquisitivo y cuesta tener dinero para gastarlo. Por eso lo analizamos, para no ser excesivos en los incrementos”, reiteró.

“Cada vez tenemos menos venta, nos asusta y por eso no queremos aumentar o somos precavidos porque vemos que cada vez la gente consume menos. Hoy, no tiene poder adquisitivo”, aseguró.

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