El presidente de la Asociación de Pescadores de la Provincia del Chaco, Robert Behr, dialogó sobre el complejo escenario que se le presenta al sector, frente a la prohibición vigente. “Con la veda no vive nadie. De manera directa e indirectamente la veda afecta a unas 4 mil personas, porque son los pescadores más las familias que viven de esto”, sostuvo.

Aseguran que la bajante “no afecta”, pero sí no permite “que el pescado se mueva”, especies como el manguruyú, el surubí o el dorado. “Sí se sacan sábalos, por ahí alguna boga o patíes, pero más de eso no”.

Comentó que, como Asociación, instalaron una Sala de fileteo en Puerto Vilelas, pero aseguró que “hoy no hay pescados para filetear y ahí tenemos 18 personas trabajando”. “Se vive de la pesca, hay mucha gente detrás de esta actividad, acopiadores, gente en la Sala de fileteo, estamos en situación crítica. Lo que pasa es que hay gente que opina detrás de un escritorio y eso afecta más”. “Hoy se le prohíbe al pescador chaqueño y se le permite tanto al vecino de enfrente como al del Norte, Paraguay y Corrientes. Y nosotros cuidamos todo para otros. Nosotros tenemos 0,50 metros en Barranqueras y en Corrientes, que tienen 0,48 metros siguen pescando”, reprochó.

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