Caída de consumo y competencia “desleal”: el sector textil y del calzado en alerta por políticas contra la industria

Se trata de sectores clave para la producción nacional, la generación de empleo y las potencialidades de exportación. Hoy enfrentan la baja del 30% en ventas, suspensión de personal e importaciones desreguladas. Las proyecciones indican que el contexto de recesión continuará en lo que resta del año, con posibilidad de que, en los próximos meses, la destrucción de empresas y empleos en estas industrias sea mayor.

El entramado productivo nacional enfrenta un escenario que combina dificultades para sostener la producción y para el acceso a insumos, un consumo doméstico en caída libre y una mayor flexibilización importadora de productos finales. En ese marco, entre los sectores más perjudicados, crece la alerta en la industria textil y del calzado – con gran presencia de pymes industriales – que arrancaron el año con más del 60% de sus recursos ociosos (niveles similares a la pandemia), una baja en torno al 30% en las ventas, y la reciente flexibilización en los controles aduaneros para la importación de productos del sector.

Así las cosas, las proyecciones indican que el contexto de recesión continuará en lo que resta del año, con posibilidad de que, en los próximos meses, la destrucción de empresas y empleos en estas industrias sea mayor.

De acuerdo a datos oficiales, el nivel de producción industrial del primer bimestre de este año mostró una contracción de dos dígitos, con costos en alza a la par que cae el volumen de las ventas internas debido al creciente deterioro en el nivel salarial de la población que toca niveles similares a la crisis del 2021, afectando la demanda y la actividad de sectores mano de obra intensivos.

Impacto del programa libertario

La industria cerró el 2023 con un desempeño a la baja que interrumpió el periodo de recuperación iniciado luego de la pandemia por Covid-19. En diciembre, la actividad cayó 8,3% con respecto a un año atrás y en el promedio anual tuvo una variación de apenas 0,3%, en una coyuntura marcada por la profundización de las dificultades para sostener la producción, el impacto negativo de la suba de precios en las ventas internas, menores exportaciones en sectores clave, y bajas en el nivel de empleo.

En 2024 el derrotero a la baja continuó (enero -12,2%; febrero -9,9% interanual) alcanzando nueve caídas consecutivas y acumulando en el primer bimestre de 2024 una disminución de 11,1% respecto de 2023, según datos oficiales. A su vez, las proyecciones anticipan un panorama complicado para los próximos meses tanto en la producción como en la demanda, mientras la inversión bruta interna acumuló en dos meses una contracción del 13,3%, según la consultora Orlando J. Ferreres.

Asimismo, en el inicio del año, la utilización de la capacidad de la industria se ubicó en 54,6%, siendo el peor enero de la serie histórica, a la par que el 21% de las empresas redujo su dotación de personal, y se suceden anuncios de vacaciones anticipadas y suspensiones de personal que aumentan la preocupación sobre el incremento del desempleo este año.

En lo particular, el rubro Productos textiles se contrajo en enero 9,5% interanual, según el último informe de evolución industrial del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA), al tiempo que la actividad mostró una caída del 8,8% comparada con 2019, y que escala a 40,3% frente a 2015 y a 47,4% respecto del año 2011. La medición del IPI-INDEC relevó, por su parte, una contracción acumulada del 7,9% para febrero de este año en tanto que, en el caso de Prendas de Vestir, Cuero y Calzado, la caída asciende al 13,3%.

Respecto del empleo asalariado del sector privado, Textiles, confecciones, cuero y calzado registraron en diciembre unos 13.887 puestos menos comparado con el máximo en octubre de 2013 (-13,4%) estando entre los niveles más bajos de los últimos años. A su vez, el uso de la capacidad instalada sectorial se ubicó en enero en 36,7%, niveles similares a la primera mitad del 2020 con la crisis de la pandemia.

De acuerdo con el último dato de ventas minoristas que elabora la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en marzo la comercialización cayó 12,6% interanual y acumula en el primer trimestre una baja de 22,1%.

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